Prefieren perder utilidades a perder clientes: «cualquier aumento de precio siempre lo reciente el cliente”
Vendedores de tortas y cemitas de Puebla están preocupados por el encarecimiento de la harina y el incremento de precio en otros insumos que utilizan para preparar sus platillos, no obstante, absorberán al cien por ciento en incremento que se dé en el pan de sal.
URBANO Noticias entrevistó a dueños y encargados de torterías y cemiterías de la capital poblana, quienes se resisten a subir los costos de sus alimentos con tal de no perder a la clientela.
Marco Mendoza, encargado de la “Tortería La Florecita”, que opera desde hace 15 años, aseguró que no subirán los precios de sus tortas ya que «cualquier aumento de precio siempre lo reciente el cliente”.
Recalcó que para ellos no tiene sentido incrementar el precio si no les compran, por lo que prefieren perder utilidades a perder clientes.
«Estamos castigando a la utilidad para que los clientes sigan llegando, si nosotros mantenemos un precio y los clientes lo notan, nosotros conservamos los clientes. A mayores clientes la utilidad se estabiliza, en cambio si yo tengo menos clientes y doy más caro pierdo más».
La Torteria La Florecita tiene una ventaja frente a otras. Los dueños de la tortería son los mismos de la panadería “La Flor” por lo que economizan en gastos de transportación y se evitan negociaciones con panaderos.
Actualmente se vende la torta preparada en 39 pesos y las más elaboradas en 46 pesos. Además contó que ocupa dos tipos de torta: la grande y la pequeña, siendo la segunda la que se utiliza para acompañar otros platillos, como chilaquiles. «No puedo dar unos chilaquiles con tortilla”.
SE SIENTEN PRESIONADOS
La postura de José Jiménez, dueño de la “Torteria Bajo El Cielo De Jalisco” fundada en 1969, coincide con la anterior. Sostuvo que no incrementará precios ya que no quiere afectar a los clientes que tiene desde hace años.
Explicó que normalmente en el año aplica un aumento de uno o dos pesos dependiendo el ajuste de los insumos. Por ahora la torta más sencilla cuesta 32 pesos, mientras que la más cara es de 62 pesos.
Sin embargo confesó sentirse presionado, pues no es solo la torta lo que le preocupa sino los ingredientes: «Todo esto nos presiona a los comerciantes, haber que hacemos, tanto con el aceite, la harina están carísimos».
CEMITAS DE 70 PESOS
Leticia Chiquito, encargada e hija de la dueña de la fonda “Antojitos Tomy” abierta desde hace 40 años, dijo que no solo es el pan el que los afecta sino también el incremento de otros productos como el quesillo, el pollo y el bistec.
En su caso, la cemita preparada ya cuesta 70 pesos, por lo que solo podría subirle de 1 a 2 pesos máximo en caso de que siga aumentando el costo del pan. “Nosotros no podemos subirle tanto porque los clientes se resienten, y no quiero sopesar en su bolsillo”, confesó.
Por su parte, Alma Hernández, encargada de la fuente de sodas “Las Brisas” donde las tortas cuestan 27 y 52 pesos, explicó que no podían incrementar los precios porque los habían aumentado hace un mes.
«Desafortunadamente no los puedo incrementar, las ventas están demasiado bajas como para estar subiendo precios a cada rato».
Por su parte mencionó que si subía más la harina optaría por quitar las tortas del menú, debido a que estas no se vendían mucho a diferencia de los jugos y la fruta. Aun así expresó que podían soportar esta inflación mientras que la torta no pasará de los 3 pesos.
«Trataremos de seguir como lo hemos hecho desde la pandemia, podemos aguantar que la torta cueste 3 pesos”.
Por último, Laura Bello, cocinera de un puesto de tortas y cemitas que está en la avenida 5 poniente, declaró que le darían un giro al negocio o comprarían ingredientes más baratos, para sopesar el costo del pan “jitomate más barato, poca cebolla, queso de puerco en vez de jamón, etc” en caso de que siguieran subiendo los precios, puesto que su principal público eran los estudiantes de universidades cercanas los cuales no pagarían mucho por una torta.
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