El Observatorio Nacional Ciudadano señaló que el sistema de justicia no investiga a toda la red financiera de los tratantes desde Tenancingo hasta Estados Unidos; acusa complicidad de autoridades

El sistema de justicia penal en Tlaxcala para combatir la trata de personas es insuficiente, pues abre una carpeta de investigación solo por cada persona detenida y omite adentrarse a la red financiera que operan los tratantes desde Tenancingo hasta Estados Unidos, según el estudio «Lavado de dinero en la trata de personas. Desafíos para su atención» publicado por el Observatorio Nacional Ciudadano Seguridad, Justicia y Legalidad (ONC).

Datos oficiales revelan que, entre 2017 y 2021, la justicia tlaxcalteca solo ha sentenciado a dos tratantes a pesar de que, en ese periodo, la entidad fue una de las 10 con más carpetas de investigación por trata de personas por cada 100 mil habitantes.

Lo anterior coloca al sistema de procuración y justicia de Tlaxcala no solo con atrasos para ir tras la red financiera de los tratantes, sino también como un entramado de complicidades que va de las autoridades estatales a las comunidades, cuya economía depende de la explotación sexual.

El informe destaca que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) no ha detectado operaciones inusuales en Tenancingo a pesar de que todos los tratantes sentenciados en Estados Unidos son de ese municipio de Tlaxcala y que además han confesado que operan desde la zona sur de la entidad. Al respecto, la UIF sólo detectó operaciones financieras inusuales en Zacatelco y Papalotla por las que abrió investigaciones contra esas redes de trata.

En realidad, la operación financiera de las redes de trata en Tenancingo es arcaica, se mueve a ras de suelo, entre las comunidades y son las mujeres -madres, hermanas, hijas y esposas- las que compran y hacen circular el dinero, comprando casas en sus propias localidades y no en zonas residenciales costosas, invirtiendo en pequeños negocios o en el transporte público.

Incluso los bares, hoteles, botaneros y otros centros de explotación sexual ubicados en la entidad no cuentan con una inversión directa por parte de las redes y los propietarios no forman parte del entramado, aunque se benefician de la explotación sexual.

Autoridades de Estados Unidos han llamado a este movimiento inusual del delito de trata de bajo perfil, sin grandes transacciones financieras, como el «Modelo Tenancingo» que se refiere a la manera en la que desde el sur de Tlaxcala se engancha, traslada y coloca a las mujeres, niñas y niños para la explotación sexual.

Se engancha por enamoramiento y falsas ofertas de trabajo; se comercializa a través de catálogos de mujeres u ofertas exprés a domicilio; la familia y la comunidad protegen el negocio, desde halcones en las entradas de los municipios hasta las transacciones y pequeñas compras en la misma localidad y estado.

Tlaxcala es además un centro de resguardo y traslado a Estados Unidos, contratan taxis o transporte público y, una a una, pasan a las víctimas a través de la frontera.

Aunque hay datos de que los tratantes de Tlaxcala además estén incursionando en la venta y tráfico de drogas y armas, el informe del ONC no ha confirmado con datos duros esa hipótesis, aunque está seguro de que los tratantes tlaxcaltecas estarían pagando a carteles de la droga para el traslado de las víctimas.

El llamado Modelo Tenancingo además va sembrando víctimas en antros y burdeles con dueños que no son parte de la red pero se benefician; para las autoridades de Estados Unidos y México es difícil rastrear el dinero de la trata hacia Tlaxcala debido a que se hace por transferencias electrónicas menores, gota a gota, o por giros postales o remesas que no levantan sospechas.

Este modelo de tráfico y explotación flota libremente en medio de leyes que no se han adecuado a la realidad social local y autoridades que no han querido profundizar o son cómplices de este delito.

«Las cifras sobre la impunidad en Tlaxcala son abrumadoras y desoladoras: 269 sentencias en un lustro a nivel nacional y apenas 2 en la entidad que se ha hecho famosa por la comisión de este delito. Por otro lado, los avances en el marco normativo y la tecnología para identificar operaciones sospechosas de lavado de dinero parecen ser insuficientes para combatir la trata de personas en una entidad como Tlaxcala», concluye el estudio.

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