Existen muchas bebidas tradicionales en México y que se elaboran con maíz.
BEBIDAS TRADICIONALES HECHAS A BASE DE MAÍZ
En el pasar de los años y de los lugares que he visitado, me di cuenta que existen muchas bebidas tradicionales en México y que se elaboran con maíz, recordemos tan solo algunas, ya que puede haber muchas más.
Atole, es una bebida prehispánica hecha de harina de maíz y agua o leche. Se decía que se había usado tradicionalmente en ceremonias sagradas de los aztecas.
Es caliente, cremoso y justo lo que quieres beber en una mañana helada y ventosa (con un tamal o dos).
Puedes endulzarlo con azúcar morena o miel y también puedes encontrar variaciones con canela, vainilla, nueces, guayaba, entre otras muchas más. Champurrado.
Como el atole, el champurrado se remonta a los tiempos de los aztecas.
Los aztecas usaron granos de cacao para endulzar atole.
Con el tiempo, la versión de chocolate se convirtió en una bebida en sí misma: champurrado.
Mientras champurrado se sirve en todo México, la versión más deliciosa debe provenir de Oaxaca, que, como era de esperar, es considerada la tierra del chocolate.
Rompope es la versión de México del poche de huevo español o ponche de huevo.
Está hecho con yemas de huevo, vainilla, canela, leche y azúcar, y es exactamente como lo imaginarías: rico y cremoso.
La leyenda dice que primero se hizo en los conventos de Santa Clara en Puebla allá por 1600 cuando las monjas solían entretener a las autoridades eclesiásticas y a los funcionarios del gobierno. Horchata.
Sería difícil visitar México sin probar la horchata, una bebida láctea dulce hecha de arroz y leche de almendras, canela y vainilla.
Se encuentra en todas las tiendas de aguas frescas, en los mercados locales e incluso en zócalos, la horchata es absolutamente esencial.
Pozol es una mezcla de masa fermentada de maíz, granos de cacao, agua y azúcar que se sirve mejor con mucho hielo.
El pozol es dulce y ligeramente ácido que se bebe de la mañana a la noche.
Y es más que solo un calmante de la sed. Según las comunidades indígenas locales, la bebida también tiene muchas propiedades curativas.
Cebadina. Este refresco burbujeante de color rosa rubí es la bebida típica de León, Guanajuato.
Lo encontrará vendido en pequeños carritos en el centro histórico de la ciudad.
Se llama cebadina por su ingrediente principal, cebada o cebada, y se endulza con fruta como la piña y el tamarindo, mientras que la soda de bicarbonato le da su efervescencia.
Tejate. Conocida como la «bebida de los dioses», el tejate se remonta a tiempos prehispánicos cuando se usaba en ceremonias religiosas.
Todavía es muy popular hoy en día, especialmente en San Andrés Huayapam, a las afueras de Oaxaca, donde tiene su propio festival.
Un sorbo de esta bebida refrescante de maíz, cacao, mamey y flor de cacao, y entenderás por qué es tan celebrado.
Pinole. Pinole es una bebida dulce a base de harina de maíz que se puede tomar caliente o fría.
No se deje intimidar por el color amarillo-marrón.
El pinole es tan popular que se encuentra en todas las Américas en diferentes formas.
Tascalate. Popular en Chiapas, tascalate es una bebida de chocolate tradicional que se registró por primera vez en 1566 por el obispo Diego de Landa.
Está preparado con maíz tostado, cacao y chile, por lo que sabe a chocolate picante helado.
Yolixpa. Esta bebida prehispánica es un brebaje rico y amargo de más de 32 hierbas, incluyendo menta, orégano, salvia y tomillo, así como aguardiente.
La yolixpa, que significa «medicina del corazón» en náhuatl, se ha usado tradicionalmente para curar enfermedades.
Al igual que el pinole, también tiene su propio festival, con más de 6.000 personas celebrando la bebida prehispánica.
Tepache. Hecho de piña fermentada y azúcar de caña, el tepache es una de las bebidas más populares de México, perfecta para noches de verano y largos viajes en autobús.
Con sus beneficios medicinales adicionales, no es de extrañar por qué este sedimentario de sed afrutado color naranja se ha convertido en un favorito nacional. @cronicabanqueta