La llegada de efectivos de la Policía Militar ha ido en aumento en los últimos años ante el incremento de la violencia

Mientras que el Ejército y la Marina no participan o serán replegados en operativos de algunos estados, la presencia de las Fuerzas Armadas se afianza en Sinaloa, Michoacán, Veracruz y Guanajuato.

En Sinaloa, las autoridades estatales invierten 740 millones de pesos para construir una base que albergará de forma permanente a tres mil 500 elementos de la Policía Militar, quienes colaboran con las corporaciones locales en los operativos de seguridad.

Al asumir el cargo como gobernador en 2017, Quirino Ordaz Coppel nombró al general Genaro Robles Casillas como titular de la Secretaría de Seguridad Pública, quien a su vez designó al teniente Cristóbal Castañeda Camarillo como subsecretario.

En enero de ese mismo año, mil 200 elementos de la Policía Militar llegaron a Sinaloa para integrarse a los operativos de seguridad en el estado y fueron enviados a los 18 municipios. En marzo llegaron otros 900 militares, esta vez para reforzar los operativos en las comunidades rurales de los municipios que registraban la más alta incidencia delictiva, entre ellos la capital del estado.

En 2017, mil 500 elementos de la Policía Federal, la Gendarmería, el Ejército y la Armada arribaron a Veracruz en un intento por controlar la violencia, que en ese año dejó mil 75 homicidios dolosos. El martes, en Perote, aumentaron los elementos de 185 a 550, con lo cual ya sumarían más de mil 800.

Actualmente, participan en el Grupo de Coordinación Veracruz en las actividades encaminadas a controlar los índices delictivos de alto impacto.

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