Para los mexicanos debe ser importante la trascendencia de entender la historia y su contribución al progreso social. Remontar este compromiso al nacimiento de la UPAEP, arraigada en el respeto a la diversidad cultural y el entendimiento entre civilizaciones.
Advierte sobre el peligro de perder la identidad y la conciencia histórica, citando a Sócrates: «Conócete a ti mismo». Alerta sobre intentos de manipular la historia para fines políticos o de olvidarla, subrayando su papel en la convivencia y la fraternidad, enfatizó David Sánchez Sánchez, Director de la Facultad de Humanidades de la UPAEP.
Al abordar el futuro de la educación en México, David Sánchez destaca la necesidad de una reforma educativa que se adapte a las necesidades actuales sin perder de vista nuestra identidad cultural. Esta reforma no debe limitarse a copiar modelos extranjeros, sino que debe surgir de un profundo entendimiento de nuestra realidad histórica y cultural.
Los docentes, como agentes clave en la formación de la sociedad, tienen una responsabilidad fundamental en este proceso. Pero también es importante el papel de los medios de comunicación y de todos los ciudadanos, que deben trabajar juntos por una educación que promueva la cultura de paz y el desarrollo de la nación.
Hace un análisis de cómo desde el Romanticismo hasta la actualidad, se ha menospreciado la importancia de la historia en la creatividad y la originalidad. El Papa Francisco denuncia el intento de construir la conciencia histórica basada en anacronismos o falsas peticiones de disculpas. Se aboga por reconstruir y fortalecer la conciencia histórica para avanzar hacia un futuro sostenible, refirió David Sánchez.
Se resalta la relevancia de enseñar historia desde una perspectiva amplia, que abarque procesos, fenómenos y culturas, promoviendo el pensamiento crítico y la formación de líderes. Se mencionan objetivos de la UPAEP vinculados al estudio de la historia, destacando efemérides importantes para comprender el devenir de la sociedad.
También se aborda la importancia de recordar eventos clave en la historia de México, desde el periodo prehispánico hasta la actualidad. Se destaca la necesidad de comprender la complejidad de los procesos históricos y evitar simplificaciones que dividan a la sociedad.
Sánchez Sánchez insiste en la responsabilidad de preservar la memoria histórica como base de la identidad nacional y la fraternidad. Se subraya el papel de la educación en este proceso, destacando la formación humanista impartida en la UPAEP.
En ese orden de ideas, dijo que la historia es mucho más que un recuento de eventos pasados; es el tejido que forma la identidad de una nación y guía su camino hacia el futuro. De ahí, la importancia de conocer y comprender nuestra historia para construir una sociedad más justa y próspera.
En un mundo donde las sociedades virreinales parecen distantes y abstractas, es fundamental derribar las barreras que separan la erudición histórica de la vida cotidiana. Debemos acercar los temas históricos al colegio, al barrio, al vecino, para que se vuelvan atractivos y comprensibles para todos. Reconocer nuestra historia, con sus momentos buenos y malos, nos ayuda a comprender la responsabilidad que tenemos en la formación de nuestra República Federal, subrayó David Sánchez.
El Director de la Facultad de Humanidades de la UPAEP nos insta a no olvidar que todos tenemos una historia: familiar, cultural y territorial. Esta historia nos define y nos une como sociedad. No se trata de dividirnos en buenos y malos, sino de reconocer cómo nuestro pasado ha moldeado el territorio grandioso que es hoy la República Federal.
En cuanto al papel de la mujer en la política, Sánchez Sánchez reconoce los avances hacia la igualdad de género, pero insiste en que la selección de líderes debe basarse en la preparación y capacidad de cada individuo, más que en cuotas de género. La llegada de una mujer a la Presidencia de la República sería un hito histórico, pero lo más importante es que sea la persona más preparada para el cargo, por el bien de nuestro país.
Destacó que el conocimiento de la historia es esencial para el desarrollo de una sociedad justa y próspera. Debemos aprovechar esta oportunidad para reflexionar, investigar y enseñar nuestra historia auténtica, y así construir un futuro mejor para todos.
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