“Mi sueño es convertirme en una gran doctora y poder curar el cáncer, el autismo, bióloga marina y actriz”, manifestó.

Michelle Arellano, una niña mexicana de tan sólo 10 años, originaria de Tuxtla Gutiérrez en el estado de Chiapas estudiará medicina en la Universidad de Massachusetts a su corta edad, pues tiene un coeficiente intelectual (IQ) de 158, dos puntos por debajo de Albert Einstein.

Michelle, oriunda de la capital del estado de Chiapas, es considerada una niña genio, una característica presente en tres de cada 100 niños, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En declaraciones para la agencia de noticias EFE, la niña tiene múltiples sueños entre los que están ser médica, bióloga marina y actriz. “Mi sueño es convertirme en una gran doctora y poder curar el cáncer, el autismo, bióloga marina y actriz”, manifestó.

Cuando Michelle tenía un año y medio de edad aprendió a hablar inglés además de español, a los 4 años ella ya sabía leer y escribir, y ahora domina el francés, italiano y alemán.

Aprobó la primaria, secundaria y recientemente la prueba del Centro Nacional para la Evaluación de la Educación Superior (Ceneval) para certificar su preparatoria. “Estoy feliz porque ya acredité, primaria, secundaria, y preparatoria”, expresa Michelle.

Michelle también se considera artista, dibuja, pinta, toca el piano, y además ha sido destacada en natación, baloncesto y es cinta negra en taekwondo, entre otras disciplinas.

La pequeña empezará sus estudios universitarios en agosto, los dos primeros años serán de clases virtuales y después serán presenciales en Estados Unidos, detalla Karina Guillén Cruz, madre de Michelle.

Guillén Cruz, quien es cirujana, relata que encontrar el camino y entender a su hija fue angustioso y frustrante debido a que tuvo que consultar a especialistas y buscó casos similares en internet, pero encontró poco.

Al mismo tiempo lidió con el sistema, pues su niña fue rechazada de cinco escuelas primarias en Chiapas, pues no querían aceptarla por su coeficiente intelectual, con el argumento de que los maestros no podían lidiar con su inteligencia.

“Tampoco es fácil porque tú vas a una institución, te topas con los pretextos, es que esto y lo otro, es que la edad. La verdad yo ejercí mucha presión», expone la madre.

En cuanto una escuela la aceptó, sus padres solicitaron a la Secretaría de Educación en Chiapas que la subieran de grado, porque Michelle se aburría en las clases, pues en un par de horas aprendía de todo, añadió.

La Secretaría de Educación Pública (SEP) accedió posteriormente y de cuarto año Michelle pasó a sexto de primaria. Después, con una evaluación única acreditó la primaria en noviembre de 2021, en marzo de 2022 la secundaria, y el 4 de julio la preparatoria.

“Desde que yo supe el diagnóstico no he soltado a mi hija, estamos caminando paso a paso de acuerdo a como ella lo vaya sintiendo, porque eso sí: hemos tratado de ser muy cuidadosos con su integridad emocional y física”, comenta.

Michelle y su madre ahora buscan a padres de niños superdotados para orientarlos y formar una red de apoyo porque la pequeña quiere que todos tengan las oportunidades de aprender.

En ese sentido, la niña genio mexicana espera que haya quien hable con los papás para que a u vez informen a los maestros de estos niños superdotados y los puedan ayudar con clases especiales.

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