El conflicto entre Rusia y Ucrania sólo impactará en 0,25% a los índices inflacionarios, vistos en combustibles y exportaciones.
El conflicto geopolítico en Ucrania y la pandemia de COVID-19 son los dos motivos principales por los cuales México prevé crecer menos en materia económica en 2022.
En un comunicado, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) explicó que su perspectiva negativa se debió primordialmente a factores internacionales, no a asuntos domésticos.
Aunque a inicios de año las autoridades mexicanas previeron un crecimiento económico anual de 4,1%, ahora esa cifra baja siete puntos porcentuales a 3,4%, de acuerdo con datos que se encuentran en los Precriterios Generales de Política Económica (PGPE) para 2023, un documento que contiene las principales variables económicas nacionales, como la inflación y el Producto Interno Bruto (PIB).
El Gobierno del presidente López Obrador también ajustó al alza la inflación a 5,5%, más que el 3,4% que se había previsto en el paquete económico de 2022.
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Asimismo, se incrementó la perspectiva de 55,10 dólares a 92,9 dólares por barril el precio de la mezcla mexicana de petróleo de exportación.
Para el año 2023, la Secretaría de Hacienda de México estima que el Producto Interno Bruto (PIB) del país crezca 3,5% gracias a las obras de infraestructura impulsadas por la Administración obradorista, como el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Pese a este recorte en la perspectiva económica, la inflación no dependerá del conflicto entre Ucrania y Rusia, ya que este fenómeno geopolítico sólo impactará en 0,25% a los índices inflacionarios, lo cual quiere decir que, si suben los precios de los productos y servicios, se deberá más a asuntos internos de México, de acuerdo con el Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).