El creciente costo de materias primas lleva algunos a elaborar piezas de baja calidad con menos leche, azucar o huevo: «son tortas disfrazadas», acusa Upmipan

“Todo el pan de dulce ha venido de más a menos en cuanto a calidad, en cuanto al precio, hay muchos compañeros que le están quitando ya materia prima al pan”, aseguró Juan Pérez, presidente de la Unión de Pequeños y Medianos Industriales del Pan en Puebla (Upmipan), en referencia a que algunos panaderos utilizan menos leche, azúcar y huevo para su elaboración, generando competencia desleal y entregando un producto de baja calidad.

«Ha hecho que esto se vuelve una competencia desleal», sobre todo en esta temporada de Día de Muertos, en la que panaderos ofrecen hojaldras por 15 pesos en mercados, y no a 30 o 50 pesos, el cual es el precio aproximado de una de calidad.

“Se vuelve una situación agravante y una competencia desleal todavía. Yo le invitaría a que probara de esas del mercado, de los que andan vendiendo en sus triciclos», expresó.

El líder de la Upmipan refirió que estas hojaldras baratas «son tortas disfrazadas, que realmente no son buenas«, ya que una hojaldra bien hecha «es una que a la hora morderla se siente suave y sabe bien», mientras que una de mala calidad «es un pan duro que no tiene mucho sabor«.

Actualmente, dijo, se trata de conservar la calidad, pero dicha práctica se está haciendo común en el gremio por el encarecimiento de los insumos.

«Es cansado y mal pagado»

No solo la falta de insumos, también el bajo salario está afectando el oficio, dijo en entrevista Nancy Hernández Lara, panadera desde los 8 años, quién reveló que no es un trabajo fácil ni bien remunerado para todo lo que conlleva.

«Yo inicié polveando el pan, limpiando latas, barriendo la panadería, tú ves como se hace el proceso y ya te ponen hacer panquecitos, conchitas, y así poco a poco, pero preparar el pan es muy pesado, es muy laborioso. La gente piensa que es muy fácil y es muy laborioso y es cansado porque todo el día es estar parado», relató.

Agregó que a eso se le suma el hecho de que hoy en día el cliente no quiere pagar el precio actual de una pieza de pan.

«No te lo quieren pagar lo que cuesta, te quieren pagar 4 o 5 pesos y no el pan ya te cuesta como 10 o 15 pesos», lamentó.

La artesana del pan comentó que a la semana gana mil 500 pesos, suma a veces insuficiente.

Al día de hoy, Nancy tiene un negocio familiar, «El Pancito Loco», ubicado en el municipio de Acatzingo, donde vende pan elaborado con «materia prima de calidad» (harina de espiga y mantequilla marca Gloria). Ella considera que los panaderos no deben malbaratar su trabajo ni permitir que la clientela siga comprando pan «mal hecho«.

«Que no malbaraten su trabajo porque si es muy pesado, que vendan el pan como lo que cuesta y que lo hagan así», exhortó.

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