El feminismo no es exclusivo de la izquierda, asegura la diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN), Ana Teresa Aranda Orozco, que se define a si misma feminista, guerrera y defensora de las causas de las mujeres, no de ahora sino desde su juventud.

«Antes no se hablaba de feminismo. Eran contadas las mujeres en la vida política y cívica. A mi me salió del alma decir ¿cómo podemos ayudar a las mujeres a que tengan una presencia más activa? Por que no hacer algo para mejorar el ambiente en el que viven los maridos y los hijos, esa fue mi primera visión desde el ambiente familiar».

En León, Guanajuato, una de las ciudades más conservadoras del país, Ana Teresa narró como entró a misa descalza, lo que en esa época, los años sesentas y setentas, era un escándalo. Fue un acto personal de «poner límites» a su novio, Luis Orea, que le sugirió regresar a casa por medias y zapatillas cuando se le rompió su huarache.

Sentada en el antecomedor de su casa, recordó que empezó a hacer política a los 16 años, cuando se metió a un movimiento cristiano en el que estuvo hasta los 18 años, cuando se casó con Luis Orea, en el que se impulsaba a las mujeres.

Presume que goza del amor de 21 nietos, que a los 22 años y con tres hijas ya era integrante de la Asociación Nacional Cívica Femenina, convirtiéndose en Presidenta Estatal de dicha asociación a los 27 años y cinco años más tarde consiguió ser Presidenta Nacional. 

Mientras el ambiente es adornado por decenas de orquídeas, se bebe una taza de café de Cuetzalan, y se degusta un omelette de huitlacoche, recuerda cómo llegó al PAN y cómo aprendió a negociar en un mundo de hombres para convertirse en la primera mujer en ser presidenta estatal de dicho instituto político al que se afilió en 1988. 

La panista, que fue directora del DIF Nacional y Subsecretaria de Gobernación con Vicente Fox, se define como una mujer feliz que ha roto con los estereotipos y que se metió a la política como una forma de apostolado, visión que le heredó su madre desde el rubro religioso y las misiones. 

«Soy una guerrera que ama la vida comprometidamente, con sus retos, fracasos, desafíos, con sus esperanzas, con sus soledades. Cada una de esas cosas que tiene la vida he acabado por sentirlas como mías, incluidos los apoyos y las traiciones. Todo ha valido la pena». 

ANA TERESA ARANDA Y EL FEMINISMO EN EL QUE CREE

Para Ana Teresa el feminismo no es exclusivo de la izquierda. «Así como hay diferentes tipos de cristianismo, hay diferentes tipos de feminismo», dice quién fue la primera mujer candidata del PAN al gobierno estatal en 1998 y, luego, la primera candidata independiente al gobierno de Puebla en 2019.

El feminismo en el cual cree esta mujer, es el que busca rescatar a la mujer para ayudarla a salir adelante, la empodera, la dignifica, y la aleja de la cosificación. 

«Ese es el feminismo en el que yo creo, por el que tenemos que luchar».

«No es una lucha de un extremo ideológico; no es una lucha de la izquierda porque ahora ves a personas que son de izquierda arrodilladas ante un patriarca. Que mientras las mujeres están en la calle peleando el 8 de marzo, ellas (las de izquierda) están dentro de un palacio arrodilladas caravaneando a un monarca. A ese feminismo de izquierda no lo entiendo».

Esta defensa a favor de las mujeres es parte de su trabajo actual en la Cámara de Diputados en la bancada de la coalición «Va por México»,  donde las legisladoras se han unido – sin importar el partido – para defender los presupuestos de género.

«Conseguimos que las Casas de Justicia no solo estén en los 32 estados, sino que estén en 600 municipios con violencia de género (…) Cuando se vota, de la nada sale una reserva de Morena para quitar el párrafo donde obliga al Gobierno Federal a dar los recursos (…) Entonces las mujeres del PRD me voltean a ver; decidimos tomar la tribuna por Movimiento Ciudadano, PRI, PAN, PRD, y tuvieron que echar todo atrás», narró.

LAS MUJERES ESTÁN FURIOSAS

Para la diputada, lo que pasa en el Congreso de la Unión es un reflejo de lo que sufren las mujeres en las calles, en la vida cotidiana. Se lucha mucho para conservar conquistas y ganar más espacios, pero lo que falta es el dinero que garantice que esos beneficios, leyes y políticas públicas funcionen.

Aranda Orozco expresa que en la actualidad hay dos México en el tema de las mujeres: «Tenemos un México real, espantosamente abandonado, donde las mujeres son seres humanos de tercera, que no merecen ninguna atención, y el México de las leyes que van en caballo de hacienda, maravillosas leyes que no sirven para nada si no hay recursos para aplicarlas». 

«Por eso las mujeres están furiosas. Cuando las ves en la calle están furiosas porque cuando algo les pasa, que tiene que ver con una desaparición, con hostigamiento, con violación, etcétera, llegan y no hay atención. Existen los cascarones, pero no hay atención adecuada y el pretexto es que no hay dinero».

En el caso de la Ley 3 de 3 contra la violencia, si bien se logró su aprobación, la diputada aún teme que ésta no opere cómo debe si carece de los recursos suficientes.

«Ahora vienen los presupuestos de este año. Nos congratulamos y aplaudimos que sacamos la Ley 3 de 3, pero en noviembre vamos a poder seguir congratulandose sin Morena, que tiene la mayoría junto con el Partido Verde y el Partido del Trabajo, son capaces de otorgar los recursos necesarios«.

La Ley 3 de 3 contra la violencia de género todavía tiene una lucha pendiente, para que sea efectiva en las elecciones de 2024, explicó. 

«Lo que realmente debe pasar es apurar la ley reglamentaria», acotó.

SER MUJER EN POLÍTICA Y LA VIOLENCIA DE GÉNERO 

Para cerrar la charla, Ana Teres Aranda con una trayectoria de 40 años en la política, habló de la violencia de género que sufren las mujeres en este sector y que ha cobrado fuerza su sanción y visibilización.

La violencia política en razón de género «se conoce más, antes se mantenía en secreto y probablemente era igual, no sé si peor, pero verdaderamente es terrible lo que pasa ahora», aseveró.

También advirtió que existe más violencia política de género porque hay más mujeres participando en la vida pública y en la toma de decisiones. Aconsejo a sus pares, a las mujeres, a no sentirse víctimas aunque sufran violencia política. Sí denunciar, pero caminar con la visión de que se debe vencer un desafío o un reto.

«Si vamos a la política desde el plan de víctimas vamos a tener muchas cosas que llorar, pero si vamos a la política con un ánimo guerrero, vamos a tener muchos triunfos que festejar y cuando haya fracasos vamos a aprender de ellos».

Para cerrar, Ana Teresa Aranda dijo que su futuro lo ve aún en la política y apoyando las próximas elecciones 2024 en la que se elegirá a un nuevo o nueva presidenta del país y gobernador o gobernadora en Puebla.

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