Dejaron todas sus pertenencias atrás, pero dieron gracias al tener a todos sus seres queridos con vida.

Tras la tragedia en San Pablo Xochimehuacán, Puebla, donde un ducto de Petróleos Mexicanos (PEMEX) estalló por una toma clandestina,  Gerardo Giles Martínez, habitante de esta localidad, comentó parte de la experiencia que vivió junto a su familia para ponerse a salvo.

Comentó: “estábamos durmiendo, se empezaron a escuchar estruendos y eran cada vez más fuertes, me levanté a ver lo que sucedía y salí al patio de mi casa, ahí me di cuenta de la magnitud del problema… de la explosión en una gasera cercana a mi domicilio”.

También manifestó que junto a su esposa e hijos salieron a la calle, ahí toda la gente estaba desesperada, gritaba y corría “agarramos hacia arriba, alejándonos del desastre que estaba pasando, nos dieron un ride en una camioneta y fue como dimos al auditorio de Panzacola”.

“Damos gracias porque todo está bien, porque nos abrieron las puertas de aquí, de lo vivido fue una experiencia muy mala que no se le desea a nadie, fueron momentos difíciles que vivimos, esperemos que todo esté tranquilo y poder regresar a la casa”, finalizó.

Además, otros pobladores movilizados dieron a conocer que salieron huyendo con sus familias, las cuales alcanzan un total de 30 integrantes, dejaron todas sus pertenencias atrás, pero dieron gracias al tener a todos sus seres queridos con vida.

Los afectados por la explosión fueron recibidos por pobladores y autoridades, que se dieron cita para llevar algunos víveres y alimentos calientes a los evacuados, los cuales huyeron en motocicletas, camionetas y hasta caminando para salvar sus vidas.

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