Las iglesias, parroquias, templos y basílicas permanecerán cerradas a partir de hoy y hasta el 3 de febrero ante nueva ola de contagios de COVID.

Con la entrada en vigor del semáforo rojo que refiere alerta máxima de contagios de COVID19, la Diócesis de Tlaxcala anunció el cierre de todos los templos al culto a partir de hoy 18 de enero y así permanecerán hasta el 3 de febrero, con el propósito de cuidar la salud y la vida de la feligresía y sacerdotes.

Mediante un comunicado urgente, el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino se dirigió a la feligresía explicó que las autoridades de Salud han decretado el ingreso del Estado a semáforo rojo a partir de hoy “esta determinación nos indica lamentablemente que el número de contagios se ha incrementado hasta poner en riesgo el sistema de atención hospitalaria”.

Por ese motivo, informó que la Diócesis de Tlaxcala determinó incrementar las medidas de cuidado para evitar contagios y favorecer la salud tanto de las y los feligreses como de los sacerdotes, ello en congruencia con la responsabilidad que tiene la iglesia de cuidar la salud y la vida.

De esa manera, estableció que a partir de hoy lunes 18 de enero hasta el miércoles 3 de febrero, “nuestros templos permanecerán cerrados y todas las actividades que se realicen serán a puerta cerrada, sin participación de fieles y sólo se transmitirán por las plataformas digitales. Con esta determinación, la Adoración Eucarística que se había programado para las próximas dos semanas se realizará, de igual manera, a puerta cerrada, participando sólo los sacerdotes, de acuerdo a un programa que realizarán los padres Decanos, de esta manera, nuestra Diócesis permanecerá en una constante oración y adoración eucarísticas para implorar la Misericordia de Dios”.

Salcedo Aquino, confió en que dichas medidas contribuyan a preservar la salud y la vida en las comunidades, por lo que exhortó a la población a cuidarse y cuidar a los demás.

Para finalizar, el Obispo de la Diócesis local invitó a orar insistentemente, desde nuestras casas, para pedir el fin de la pandemia.

“Que Nuestra Señora de Ocotlán, Salud de los enfermos, y San José, Protector de la Iglesia, intercedan por nuestros enfermos, alcancen el eterno descanso a los que han fallecido y nos protejan de esta dolorosa enfermedad. Me encomiendo a su oración”.

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