Hemos encontrado en estos espacios expresiones diversas para abordar las realidades que vivimos las mujeres.


Durante ya muchas décadas, las mujeres hemos generado diversos espacios propios para mirar y entender cómo funciona y se transforma el sistema patriarcal, buscando las fisuras que nos han permitido dar pasos certeros en contra de las desigualdades, las violencias y las prácticas machistas de las estructuras que nos invisibiliza y niega nuestros derechos constantemente.

Estos espacios han servido para encontrarnos, para reflexionarnos en la cotidianidad y en las alianzas, para formular las posibilidades que tenemos de aportar para tener otras formas de construirnos y de relacionarnos.

La activista y feminista afroamericana Angela Davis expresa una premisa que forma parte de los fines del movimiento feminista “No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”; lo que puede observarse en nuestros contextos más cercanos, encontrando espacios que activistas y organizaciones de la sociedad civil hemos promovido para el encuentro de diversos conocimientos y compartir información que permita la difusión de nuestros derechos y las formas de hacerlos válidos, a pesar de los constantes obstáculos para vivirlos plenamente en lo social y en lo estructural.

Hemos encontrado en estos espacios expresiones diversas para abordar las realidades que vivimos las mujeres, así como de invitar al cuestionamiento de las dinámicas violentas y de desigualdades, creando propuestas a partir de las experiencias, habilidades y vínculos que permite llegar a diferentes espacios.

Desde el Colectivo Mujer y Utopía A.C. apostamos por este espacio como un lugar de construcción y organización para cambiar los patrones socioculturales que mantienen las expresiones de violencia contra las mujeres, que se justifican todos los días, que se nos responsabiliza a las mujeres y que siguen invisibilizándose en nuestro país.

Tlaxcala ocupa los primeros lugares en diversas formas de violencia contra las mujeres, además del constante crecimiento del feminicidio y desaparición, pero además, existe un altísimo nivel de impunidad; así lo refleja la organización México Evalúa en su análisis más reciente sobre delitos sexuales contra mujeres durante los primeros 6 meses del 2019, tomando datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU, diciembre de 2019) donde muestra que de las denuncias oficiales son más de 6 millones de mujeres que vivieron algún tipo de delito sexual, de los cuales, aunque se denuncien, “no necesariamente se inicia una carpeta de investigación”.

La encuesta, señala que si se contrastan los resultados de víctimas reportados en la ENSU con el número de carpetas de investigación abiertas por los delitos sexuales señalados, el Sistema Ejecutivo de Seguridad Nacional, reporta una proporción minúscula de la incidencia delictiva real, o sea, que para los delitos de hostigamiento, acoso sexual y abuso sexual, la cifra negra alcanza el 99.8%. Entre julio y diciembre de 2019 dio a conocer 2 mil 364 carpetas de investigación a nivel nacional por el delito de violación, mientras que la ENSU estima que 363 mil 768 mujeres fueron víctimas de este delito durante el mismo periodo. Esto significa que en el 99.4% de los casos de violación no hubo una denuncia o no se inició una investigación.

“Entre las ciudades que presentan los casos más alarmantes se encuentra Tlaxcala, con cerca de 2 mil 339 mujeres fueron víctimas de algún delito que incluye acoso sexual, hostigamiento sexual, abuso sexual, intento de violación y violación. Sin embargo, en esta ciudad no se abrió ni una sola carpeta de investigación por este delito durante el periodo mencionado, esto implica una cifra negra de 100%.”.

Mientras las mujeres vivimos una situación grave de violencia, el procurador del estado envía un mensaje de responsabilidad hacia las mujeres tlaxcaltecas, ya que en entrevista el pasado 24 de enero, declara que “es necesario que las mujeres que son víctimas de violencia sexual denuncien este delito ante las instituciones correspondientes para que haya justicia contra los infractores”, mencionando que el delito de violación persiste en “algunos” de los 60 municipios y que las mujeres prefieren guardar silencio y que, por tanto, no pueden intervenir. Sus opiniones en medios y en foros de análisis sirven de poco cuando en la práctica se obstaculiza el acceso a la justicia para las mujeres y no se comprenden las razones por las cuales las mujeres no generan una denuncia, además de la poca confianza que esta institución ha generado para hacerlo.

Estos contextos de violencia feminicida e institucional que se viven en el estado, nos lleva a mantener espacios como la Escuelita de Promoción de los Derechos de las Mujeres, que desde el Colectivo Mujer y Utopía hemos generado para hacer frente a estas realidades y que desde diversas miradas y expresiones, suman a la lucha constante por hacer cambios desde nuestras posibilidades.

En días próximos, estaremos haciendo pública la convocatoria para la 4ta. generación de este espacio de encuentro y reflexión, para que, como lo dijo Angela Davis, cambiemos las cosas que no podemos aceptar.

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