Con el fin de evitar la contaminación y el sobrecalentamiento de los hornos, las familias deben mantener los cuerpos de sus seres queridos hasta que se abra algún un espacio.


Por la saturación de los hornos crematorios en la ciudad, la espera de los familiares para inhumar los cuerpos de sus fallecidos ha pasado a ser hasta de tres días, así lo señaló Raúl Peñaflor, director del Grupo Funerario Amor Eterno.

Fue en los primeros diez días de enero que los hornos de cremación vieron su peor momento del año, pues la capacidad de los mismos se vio rebalsada por la cantidad de defunciones en capital poblana, ya que únicamente se cuentan ocho en el municipio, dijo Peñaflor Velasco en entrevista.

Además, cada horno puede cremar entre seis y siete cuerpos diariamente, dependiendo de la complexión de las personas, por lo que los hospitales son los que deben retener los cuerpos sin vida en las cámaras mortuorias hasta que los servicios funerarios consigan un horno de cremación con disponibilidad.

De acuerdo con el director de la funeraria, algunas empresas cuentan con cámaras de refrigeración que mantienen hasta cinco cuerpos a la espera de un espacio en los hornos; sin embargo, la situación actual del repunte de contagios obligó a muchos a trabajar a sobretiempo, por lo que los hornos se calientan y emiten humo que podría estar contaminado.

Sin considerar que hay muchas empresas funerarias en la capital que únicamente se dedican a la venta de ataúdes, de forma que no tienen espacio suficiente para guardar los cuerpos de los familiares, así como aquellos que no únicamente fallecen a causa de la Covid-19.

En el mismo sentido, en el crematorio Cristo Rey, la capacidad de los hornos se ha visto rebalsada por la cantidad de servicios desde principios de 2021, es así que actualmente reciben casi el triple de personas solicitando cremar a sus seres queridos, con respecto a las fechas anteriores al repunte de contagios.

Con el fin de evitar la contaminación del personal o del ambiente con el sobrecalentamiento de los hornos crematorios, han sido incluso as familias que deben mantener los cuerpos de sus seres queridos resguardados en sus casas hasta que se abra un espacio para cremarlos, pues recordaron que gran parte de las muertes por Covid-19 ocurren en los domicilios de los poblanos.

Tras el anuncio tanto de la reapertura como del regreso al semáforo rojo en Puebla, los directivos de las empresas funerarias pidieron a la ciudadanía ser responsables para evitar el incremento de defunciones, así como la saturación de hospitales y hornos de cremación, como se ha visto en la Ciudad de México.

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