El 82.5% de familias indígenas en 4 municipios no pudo pagar Internet durante la contingencia, 34.4% careció de celular y 5% de televisión, radio o computadoras

Durante la pandemia, el 82.5 por ciento de las familias indígenas en Puebla con al menos un menor de 18 años en edad de estudiar, tuvo dificultades para pagar el Internet, una de las herramientas necesarias para las clases en línea o a distancia.

Según datos del informe «Educación para la población indígena en México: El derecho a una educación intercultural y bilingüe» que publica este lunes el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval),  cuatro municipios de Puebla con comunidades indígenas participaron en la encuesta.

Coneval trabajó en medir el acceso a la educación y la situación escolar entre niñas, niños, y adolescentes de 3 a 18 años de edad.

El Coneval eligió a esos municipios por tener una población que suma más de 615 mil hablantes de alguna lengua indígena, lo que representa el 9.9 por ciento del total de la población y un parámetro que usa el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) para determinar que se trata de poblaciones originarias.

Además de Puebla, las encuestas se aplicaron en Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, San Luis Potosí y Yucatán, por lo que, los resultados representan la condición de esas siete regiones del país.

Los resultados revelan que los programas de estudio, los maestros y la infraestructura son aptos para la enseñanza de los pueblos indígenas; sin embargo, las dificultades se observan en la desigualdad de ingresos, trabajo y otros derechos que menoscaban el derecho a la educación indígena.

Por ejemplo, el Coneval detectó que el 96 por ciento de los docentes son respetuosos con las tradiciones y el 90 por ciento de los programas de estudio tocan temas relacionados con el medio ambiente y la enseñanza ancestral; en menor medida, con el 50 por ciento, se relatan historias y leyendas que pertenecen a su comunidad, relatos sobre la milpa y la enseñanza del ciclo agrícola relacionada con la cultura ancestral que reafirma la identidad de los pueblos.

Además, en el 95 por ciento de los casos las escuelas cuentan con salones independientes, baños separados por género y, al menos, en el 51 por ciento con una biblioteca propia.

Sin embargo, lo que dificulta el acceso a la educación para niños, niñas y adolescentes indígenas es lo que sucede en sus hogares.

La encuesta indica que en Puebla el 82.5 por ciento de las familias no pudo pagar el Internet durante la contingencia sanitaria, el 34.4 por ciento no tuvo dinero suficiente para gastos en telefonía, celular y aparatos electrónicos en el entendido de que las clases fueron a distancia y a través de la televisión, además de que 5 por ciento de las familias no contó con televisión, radio, computadora, teléfono celular o tableta.

Aunque no se dan a conocer cifras sobre la deserción escolar, el Coneval detectó que en esas zonas el 24.8 por ciento de los hogares dijeron no tener los recursos suficientes para que sus hijos continuaran con sus estudios y 18.5 por ciento dijo que no contaba con dinero suficiente para alimentar a sus familias.

Frente a este escenario, el Coneval encontró que, durante la pandemia, los gobiernos estatales y el federal no lograron mirar la problemática de las familias, por lo que los apoyos se concentraron más en las becas escolares que en alimentos o transporte.

Refiere que se becó al 63.9 por ciento de los estudiantes, pero sólo 4.2 por ciento de la comunidad estudiantil indígena tuvo apoyos de alimentación y 1.5 por ciento apoyos de transporte para su traslado en distancias largas entre el hogar y la escuela.

Otra de las dificultades es que en los hogares que dijeron que tenían telefonía móvil, destaca que en casi el 40 por ciento las familias tenían tres o más hijos y solo un dispositivo electrónico.

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