Me van a decir que son otros tiempos, pero antes, los poblanos sabíamos donde había embotellamientos y no eran tantos como ahora.

No he ido a las inauguraciones de todas las lineas de la red Urbana de Transporte Articulado (RUTA). Si no mal recuerdo, sólo a la primera.

Los reporteros y fotógrafos íbamos apiñados en la segunda caja de la unidad articulada. Al frente, el entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.

¡Y qué elegancia la de Francia! Parecía transporte de primer mundo. Unidades y sistema que contrastaban con las calles de los alrededores, donde los baches destacan como principal característica.

Las crónicas de ese día prácticamente vaticinaban una nueva era en el transporte público para Puebla. Yo me imaginé dejando mi coche en casa y abordando el RUTA, el cual rompía teóricamente con los proyectos anteriores.

Y qué cree… ¡no sucedió lo que pensaba!

Usted ya se sabe la historia. No entraron en operación las unidades suficientes para atender la demanda de usuarios, por lo que muchas personas llegaron tarde a su trabajo o escuela o a su destino. Otras ni siquiera llegaron a estos lugares, porque nunca pudieron abordar alguna de esas unidades.

Para entonces, sus rutas normales ya habían dejado de circular y habían dado paso a esta empresa. Pero otras todavía ocupaban las calles del nuevo sistema que ocupa carril de extrema izquierda, lo que estrangulaba la circulación particular de unidades automotores, ya que las paradas están a extrema derecha en las líneas tradicionales.

Un verdadero caos, provocado por la imposición del sistema a los concesionarios, quienes a la postre sostuvieron una batalla legal que aún mantienen para proteger sus derroteros Con la RUTA 3, prácticamente pasa lo mismo.

Y los detalles los hemos empezado a conocer de a mucho todos los días. La ciudad tiene congestionamientos en todos sus cuadrantes.

Me van a decir que son otros tiempos, pero antes, los poblanos sabíamos donde había embotellamientos y no eran tantos como ahora, lo que nos permitían circular por otras arterias y llegar a tiempo a nuestras citas.

Este jueves usuarios de redes sociales lanzaron el reto #FuncionariosUsenRutaChallenge, en el que exigen, principalmente, al gobernador José Antonio Gali Fayad y al secretario de Infraestructura, Transporte y Movilidad (SMIT), Xabier Albizuri Morett, usar la Línea 3 de la RUTA.

Los impulsores de la iniciativa piden que funcionarios den un recorrido en el metrobús que recorre Bulevar Valsequillo y 5 de Mayo “sin operativo, ni guaruras, ni prensa” y comprueben que la planeación fue pésima.

Que los funcionarios realicen el reto en “hora pico”, para que padezcan el sobrecupo y demora de las unidades y estaciones, “que vean lo que pasamos los ciudadanos todos los días”.

Con este reto, yo me imaginé al mandatario y al funcionarios viajando de encubiertos, conociendo de primera mano lo que padecen los poblanos en RUTA y después regresando a sus oficinas para jalar orejas y corregir errores.

Me van a decir que estoy soñando. Y sí, puede ser; pero prefiero pensar que se ponen en zapatos de la sociedad a concluir que no les importa. Si siguen mi idea, me dan crédito.

Y recuerden: Nadie es completamente bueno, ni completamente malo

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