El feminicidio, tan sólo es un síntoma de una sociedad mundial que le está fallando a las mujeres.

Me parece que he escrito éstas mismas líneas cientos de veces y quizás es cierto, pero al igual que todas las personas que estamos hartas de la violencia hacia las mujeres en éste país, seguiré escribiendo para no caer en la indiferencia, en el egoísmo de que por que no es nadie de mi familia, no me incumbe. Nos incumbe a todos porque algo hemos hecho muy mal como sociedad, para llegar a éste punto, donde lo primero que viene a nuestra mente cuando nos enteramos por medio de redes, de que hay alguna chica desaparecida (algo que no debería de pasar) inmediatamente pensamos que puede resultar mal y aunque queremos creer que no es así, una parte de nosotros comienza a prepararse para lo peor y termina por indignarnos, pero no por sorprendernos.

Sin embargo pese a lo que mucha gente piensa, no es un tema que únicamente suceda en nuestro país, pues la Unión Europea espera una escalada de violencia para el 2023 y lo mismo se ha podido observar en otras regiones del mundo, porque es un hecho que el feminicidio es un fenómeno mundial. Para la OMS (Organización Mundial de la Salud) la mayoría de los casos de feminicidios, son cometidos por parejas o ex parejas, e implican abusos continuos en el hogar, amenazas o intimidación, es decir, en situaciones en las que las mujeres tienen menos poder o recursos que su pareja. Sin embargo también pueden corresponder al tipo “no íntimo” que se refiere a aquellos asesinatos de mujeres, por parte de personas con las que no tenían ninguna relación, como aquellas que son secuestradas por choferes de aplicaciones o en plena calle. Según el informe global más reciente sobre homicidios de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito publicado en 2019 donde se analizaron datos de 2017, se expuso que 87,000 mujeres en todo el mundo fueron asesinadas intencionalmente, más de la mitad de ellas (50,000) por sus parejas o miembros de su familia. Dicha suma total, ha aumentado desde un estimado de 48,000 en 2012.

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La situación es preocupante en todo el mundo, pues se calcula por ejemplo, que en Reino Unido entre 2009 y 2018, cada tres días, una mujer es asesinada por un hombre, según el Censo de Feminicidios que se dio a conocer en 2020. Mientras en 2017 el mayor número de mujeres asesinadas fue en Asia, seguido de África, América, Europa y Oceanía.

Otro estudio de análisis de género de las muertes violentas publicado en 2016, informó que aunque sus números en general eran bajos, Eslovenia, Nueva Zelanda, Austria y Suiza, eran los cuatro principales países de ingresos altos en los que la tasa de homicidios de mujeres es mayor que la tasa de homicidios masculinos. Por su parte, Alemania y Hong Kong están empatados en el quinto lugar.

Más allá de los números que son tan fríos, pero a la vez tan precisos, están las tragedias detrás de cada caso, pero sobre todo el fracaso como humanidad pues está claro que más allá de cualquier diferencia cultural, económica o social, hay un gran problema de fondo, donde alguien se siente con el derecho de privar de la vida a otra persona y en particular a las mujeres, que hemos sido vistas como objetos a tal grado que se pueden usar y desechar literalmente, pues sabemos que en la gran mayoría de los casos, no se logra castigar al culpable y no puedo pensar en otra cosa, que la falta de empatía.

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Si tuviera oportunidad de preguntarte algo a ti, feminicida, no empezaría por lo obvio de por qué lo hiciste, porque es muy probable que ni siquiera lo tengas claro. Yo te preguntaría ¿No te movió su dolor? ¿cómo vives después de eso? ¿Cómo te justificas contigo mismo cuando las imágenes regresan a tu mente?, pues estoy segura de que reaparecen. ¿Cómo sigues relacionándote con tu familia y seres queridos sin sentir que tienes ésa sangre en tus manos y ése último aliento en tu oído? ¿Cómo sigues caminando por la calle y mezclándote con la gente sin pensar de nuevo en ésa persona a la que le arrebataste la vida? ¿Alguna vez piensas en su familia y amigos? ¿Cuando ves su fotografía en redes siendo buscada, te das cuenta de que era un ser humano con planes igual que tú o simplemente la ignoras, para pensar que nada sucedió? ¿Llegas a pensar que algún día alguien puede matarte también y alejarse impávido para seguir con su vida como lo hiciste tú?

El feminicidio no es un tema que solo nos incumba a las mujeres y ni siquiera un tema que incumba solo a México, es un dolorosísimo tema mundial que debería estarse dialogando desde todas las instancias posibles para identificar y atacar las causas, pues en sí mismo, tan sólo es un síntoma de una sociedad mundial que le está fallando a las mujeres.

Espero que se dialogue en todos los ámbitos para hallar soluciones verdaderas. Recuerda que esperamos tus comentarios a través de nuestras redes sociales.

¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván.

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