El pasado 30 de marzo encontraron restos humanos y objetos durante la remodelación del templo de San Francisco Javier. El INAH tomó el salvamento y determinó que se trata de vestigios de los siglos XVIII al XIX.

Más de 20 osamentas encontradas en el salvamento arqueológico del Templo de San Francisco Javier son examinadas por especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para determinar su edad, características antropomórficas, dieta y causas de la muerte, informó el delegado Manuel Villaruel Vázquez.

Respecto del esqueleto humano con un agujero asociado al impacto de una bala, dijo que data de 1863 por lo que puede ser real la hipótesis de que se trató de una combatiente de la Batalla de Puebla.

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En cuanto a los entierros encontrados en el Hospital de San Roque, reconoció que había cuerpos de mujeres que fallecieron con sus bebés en el vientre, y que los estudios determinarán si se les indujo a abortos o si murieron de causa natural estando hospitalizadas.

El funcionario federal evitó dar el número específico de osamentas localizadas en ambos salvamentos arqueológicos, sin embargo, dijo que son numerosas y que se continúa investigando todo lo posible sobre los cuerpos y los artículos encontrados como vasijas, ropa, etc, para determinar que llevó a los entierros en esos sitios.

El pasado 30 de marzo el gobierno del estado encontró restos humanos y objetos durante la remodelación del templo de San Francisco Javier. El INAH tomó el salvamento y determinó que se trata de vestigios de los siglos XVIII al XIX.

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Durante las excavaciones se recuperaron cinco entierros primarios con seis cuerpos adultos y un perinatal, así como dos entierros secundarios de 21 individuos con estructuras óseas incompletas. También, extrajeron 20 piezas de azulejos de talavera, fragmentos de balas de cañón, balas de mosquetón y balas de armas que son analizadas para determinar el tipo, fragmentos de vidrio, botones de hueso y metal, alfileres, un dije en forma de cruz, suelas de calzado y restos de madera presumiblemente de las cajas funerarias.

El pasado 24 de enero en el hospital de San Roque que data del siglo XVI, se realizaban remodelaciones para adecuar el espacio para un museo y ahí se encontró evidencia de al menos nueve esqueletos humanos completos y numerosos restos óseos dispersos, algunos depositados en la que debió ser una fosa común. Entre los cuerpos están los de dos mujeres cuyas costillas contenían huesos de nonatos con diversos estados de gestación. El hecho de que en otros sedimentos también se han ubicado restos de nonatos, “indica que hubo abortos al interior del lugar y que eran arrojados a las fosas”.

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