También llegaron los mariachis, así como personas en sillas de ruedas. Llevaban veladoras para también pedir por los enfermos que tienen diversos padecimientos, entre ellos el COVID-19.

Cientos de poblanos rezaron en la calle, frente al templo de Santa Mónica, en el Centro Histórico, con motivo de la fiesta patronal de El Señor de las Maravillas, la imagen de bulto más venerada en esta capital.

Hubo hasta quienes besaron o tocaron con sus manos los portones de madera tallada del templo para después persignarse, como si ese elemento arquitectónico tuviera alguna relación con el ritual católico, sin tomar en cuenta la posibilidad de contagiarse de coronavirus, como lo hicieron en Semana Santa, cuando, según las estadísticas, repuntó el número de casos de esta enfermedad.

Los fieles, sobre todo de la tercera edad, acudieron a este inmueble religioso de la calle 5 de Mayo, esquina con 18 Poniente, para pedir o agradecer un milagro, sin importar la contingencia sanitaria, algunos sin usar cubrebocas, ni guardar sana distancia.

También llegaron los mariachis, así como personas en sillas de ruedas. Llevaban veladoras para también pedir por los enfermos que tienen diversos padecimientos, entre ellos el COVID-19.

Derivado de el incumplimiento de los fieles para no congregarse en el punto, llegaron al lugar integrantes de Protección Civil Municipal para tratar de hacer respetar la sana distancia.

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