Tempexquixtla es una comunidad poblana del municipio de Huatlatlahuca donde todos son indígenas nahuas, hay cerca de 300 habitantes, y la mitad tienen educación básica incompleta.

En un ataúd blanco, llegó el cuerpo de Aideé Mendoza Jerónimo a la Novena Sección del barrio Las Cruces, municipio de Huatlatlauca, cobijada por familiares y amigos que arribaron a esta comunidad poblana a bordo de autobuses desde la Ciudad de México.

La estudiante de 18 años baleada en un costado del tórax mientras se encontraba en clases, regresó a la humilde casa de adobe de sus abuelos, de donde salió en compañía de sus padres rumbo a la capital del país para buscar un mejor nivel de vida, sin saber que su existencia terminaría justo al iniciar su edad adulta.

El gobernador interino de Puebla, Guillermo Pacheco Pulido, ofreció su peesame a la familia por la muerte de la joven estudiante.



En tanto, en el rancho Baixtla, de apenas 10 viviendas de la comunidad de Tempexquixtla, los deudos revelan que Aidéé será sepultada hasta mañana jueves.

En tanto, a las dos de la tarde, en una capilla pintada de color vino, la ex estudiante del CCH Oriente es despedida por la familia Mendoza y parientes, quienes tuvieron que recorrer caminos pavimentados y de terracería por más de cinco horas para llegar a este lugar.

Entre la gente que participa en las pompas fúnebres, no se tienen ganas de hablar y cuando aparecen recurrentemente se escucha una demanda de justicia a las autoridades capitalinas y una explicación sobre este crimen que habría sido cometido con una pluma bala.

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El sepelio será en Tempexquixtla, Puebla una comunidad del municipio de Huatlatlauca.

Tempexquixtla es una comunidad poblana del municipio de Huatlatlahuca donde todos son indígenas nahuas, hay cerca de 300 habitantes, y la mitad tienen educación básica incompleta.

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 Una línea de investigación apunta a un conflicto escolar.

Aideé estaba por cumplir uno de sus sueños: estudiar en Ciudad Universitaria, el campus de la “mejor universidad de América Latina”, como narraba a sus amigas. La carrera ya la tenía elegida: ciencias forenses. Sus calificaciones de excelencia le habían garantizado que avanzaría a la facultad que quisiera sin problemas.

Pero su sueño se truncó el pasado lunes 29 de abril. Aideé fue asesinada en un aula del segundo piso del edificio P del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente. A la joven la mataron en su propia escuela, dentro del salón donde tomaba una clase.

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