Los resultados arrojaron que caminar a paso ligero por 30 minutos al día es útil para prevenir problemas cardíacas, cáncer e incluso la demencia y la muerte

Un nuevo estudio reveló que caminar a paso ligero durante unos 30 minutos al día redujo el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas, cáncer, demencia y muerte, en comparación con caminar un número similar de pasos pero a un ritmo más lento.

El estudio fue publicado recientemente en dos artículos de las revistas JAMA Internal Medicine y JAMA Neurology y analizó los datos de los rastreadores de actividad de 78 mil 500 personas; los participantes, con una edad promedio de 61 años, aceptaron llevar rastreadores de actividad durante siete días completos, incluidas las noches, al comienzo del ensayo. Este estudio representa el mayor hasta la fecha que incorpora datos de rastreadores de actividad.

“Los datos del rastreador de actividad van a ser mejores que los datos autodeclarados”, dijo Michael Fredericson, médico deportivo de la Universidad de Stanford, quien no participó en el estudio. “Sabemos que la capacidad de la gente para autoinformar es defectuosa”, a menudo porque las personas no recuerdan con precisión la cantidad de ejercicio que hicieron en un día o una semana.

Después de recopilar estos datos, los investigadores hicieron un seguimiento de los resultados de salud de los participantes, que incluían si desarrollaban enfermedades cardíacas, cáncer, demencia o morían durante un período de seis a ocho años.

Los investigadores descubrieron que cada 2 mil pasos adicionales al día reducían el riesgo de muerte prematura, enfermedades cardíacas y cáncer en aproximadamente un 10 por ciento, hasta unos 10.000 pasos diarios.

En cuanto al desarrollo de demencia, 9 mil 800 pasos al día se asociaron a una reducción del riesgo del 50 por ciento, con una reducción del riesgo del 25 por ciento a partir de unos 3800 pasos al día.

Por encima de los 10 mil pasos diarios, no había suficientes participantes con ese nivel de actividad para determinar si había beneficios adicionales.

Pero los investigadores de este estudio hicieron algo nuevo. Cuando observaron el ritmo de pasos, por minuto, de los 30 minutos más altos de actividad al día, descubrieron que los participantes cuyo ritmo promedio más alto era una caminata rápida (entre 80 y 100 pasos por minuto) tenían mejores resultados de salud en comparación con los que caminaban una cantidad similar cada día pero a un ritmo más lento.

Los caminantes enérgicos tenían un 35 por ciento menos de riesgo de morir, un 25 por ciento menos de posibilidades de desarrollar una enfermedad cardíaca o un cáncer y un 30 por ciento menos de riesgo de desarrollar demencia, en comparación con aquellos cuyo ritmo promedio era más lento.

Para poner estas cifras en perspectiva, una persona cuyo total de pasos diarios incluya entre 2 mil 400 y 3 mil que sean caminatas enérgicas podría ver una fuerte reducción del riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, cáncer y demencia, incluso sin dar muchos pasos adicionales más allá del número total diario.

Pero lo importante es procurar caminar un poco más rápido que el ritmo habitual. En cuanto a las diferencias entre caminar a paso ligero y trotar, no había suficientes datos para determinar si uno era mejor que otro, y ambos daban lugar a mejores resultados de salud en general que un ritmo medio más lento.

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