Si tienes alguna clase de interés en Frida Kahlo, esta no será ni por asomo la primera producción para la pantalla que habrás visto. Más allá de la inevitable versión cinematográfica protagonizada por Salma Hayek que fue estrenada en el 2002, la vida de la legendaria artista mexicana ha sido representada en estos medios de manera abundante.

Sin embargo, “Frida”, la coproducción entre México y Estados Unidos que se estrena hoy en Prime Video, no es una adición innecesaria a una colección que podría resultar excesiva, sino un largometraje documental que apela a estrategias novedosas -y ocasionalmente controvertidas- para mostrarnos facetas de la pintora que no han sido todavía exploradas en toda su complejidad.

Estamos ante el debut como directora de Carla Gutiérrez, una profesional peruano-estadounidense que, antes de enfrentarse a esta aventura, contaba ya con una vasta experiencia como editora de documentales -probada en títulos de la talla de “RBG”, “Julia”, “La Corona” y “Reportero”-, pero que se enfrentaba en este caso a la experiencia más intensa de su carrera en términos creativos.

En una entrevista por Zoom, Gutiérrez habló de lo que la llevó a asumir el proyecto, del modo en que lo desarrolló, de los riesgos que este implica y de las impresiones que espera lograr en quienes lo vean. Lo que sigue es una versión editada de la misma conversación.

Carla, este documental está casi completamente compuesto por las palabras de Frida, que son interpretadas por una actriz pero provienen de textos escritos por la famosa artista, tanto en su diario personal como en las cartas que le enviaba a sus conocidos. Eso lo hace especial, claro; pero tú debes saber bien que, a estas alturas, hay gente que considera que ya se ha dicho todo lo que se tenía que decir sobre Frida.

Creo que nuestra película presenta un retrato distinto, que se acerca mucho a su personalidad, a la textura de su voz. No me siento mejor que ninguna de las personas del mundo entero que la admiran. Yo la descubrí cuando era una inmigrante nueva en Estados Unidos. La primera pintura suya que vi es el autorretrato que la muestra parada entre Estados Unidos y México y que ofrece de ese modo las impresiones que tenía de este país, donde vivió tres años. Muestra la añoranza que sentía por su lugar de origen, y yo me sentí realmente identificada con esa pieza de arte.

«Así comenzó la gran obsesión que tuve por Frida. Comencé a leer todo sobre su vida y me compré su diario, pero pasaron muchos años hasta que regresé a su historia y pensé en darle una nueva presencia a través de sus propias palabras».

«El trabajo de investigación fue bastante fuerte; no estábamos grabando material contemporáneo ni estábamos entrevistando a nadie, porque queríamos que todo proviniera directamente de las vivencias de Frida. Si añadíamos otras voces, queríamos que estas fueran de personas que la conocieron, que la amaron, que estuvieron a su lado en los momentos tan fuertes que le tocó atravesar».

«Había que encontrar todo el material de archivo que se pudiera, todos los escritos de Frida que están en distintas partes del mundo; en museos, en colecciones privadas, en la Casa Azul [de Coyoacán]. Partimos de la biografía escrita por Hayden Herrera, que es como la Biblia sobre la vida de Frida Kahlo, porque ella comenzó su investigación en los ‘70, cuando todavía vivían muchas personas que habían conocido a la artista».

«Hayden nos abrió además su investigación original. Actualmente, ella vive entre Nueva York y Vieques. Es estadounidense, pero tiene apellido latino porque se casó con un arquitecto que, si no me equivoco, era guatemalteco».

El diario de Frida es muy conocido. Pero las revelaciones más interesantes del documental provienen de las cartas privadas de la pintora.

Sí. Por ejemplo, le escribió muchas cartas a su mamá cuando estaba en Estados Unidos. Estas eran un poco sarcásticas, por las impresiones que tenía de este país y por lo que pensaba de los ricos y del mundo del arte. También le escribió cartas a un doctor que conoció en San Francisco, donde le contaba cosas íntimas de su embarazo, del miedo que tenía ante esa situación y de los problemas en su espina dorsal.

Tienes que haber visto la película de Frida protagonizada por Salma Hayek, que partió también del libro de Herrera. ¿Cómo te sentiste ante esa versión de su vida?

He visto todas las películas sobre Frida que existen. Creo que la primera salió en 1968. Hay una película de 1975 o 76 que es también muy interesante, y de la que sacamos algunas de las voces pertenecientes a las otras personas. Le tengo muchísimo respeto a Salma Hayek por habernos dado una propuesta tan bonita. Su actuación fue increíble.

En nuestra película, teníamos la oportunidad de escoger las palabras de Frida una por una, de mostrar su verdadera cara. Ese es el poder que tiene un documental. Puede ser creativo, artístico y hasta experimental, pero tiene que estar centrado en imágenes reales.

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