El presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que la nueva aerolínea de las fuerzas armadas llevará el nombre de Mexicana de Aviación, luego de que un tribunal resolviera a favor de un grupo de trabajadores que acordó la venta a inicios de año, tras un amparo de un grupo de trabajadores jubilados que buscaba otro modo de repartición de los recursos.
“Ya se resolvió, faltan otros trámites, pero estamos contentos. Yo creo que también los trabajadores porque van a recibir un pago por la venta de esa marca y esos bienes”, dijo el presidente durante su conferencia matutina.
Aunque el acuerdo que trascendió desde los sindicatos a inicios de año fue de alrededor de 816 millones de pesos, el presidente dijo que se hizo un avalúo y los trabajadores “van a recibir alrededor de 1,000 millones de pesos”, por lo cual a algunos les tocaría desde 60,000 hasta 100,0000 pesos.
“Ya con la marca la nueva línea aérea va a lucir más, porque estamos hablando de Mexicana de Aviación. Es un símbolo, un emblema, y la nueva línea va a empezar a volar el primero de diciembre de este año”, agregó López Obrador.
Mexicana de Aviación será operada por el Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica S.A de C.V., que también tiene bajo su cargo el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), y próximamente el Aeropuerto de Tulum y el Tren Maya. La nueva aerolínea operaría con una flota de 10 aviones, que podrían ser equipos de los fabricantes Boeing o Airbus, según el presidente López Obrador.
Los jubilados de Mexicana de Aviación rechazan resolución
El grupo de poco más de 200 jubilados que se opuso a la distribución equitativa de los recursos rechazó la resolución del Tribunal, y dijo que aún no resuelve el fondo del litigio.
“El juicio sigue su curso hasta la obtención de una resolución de última instancia”, dijeron representantes de la demanda y algunos sobrecargos jubilados en un comunicado difundido unos minutos después de las declaraciones del presidente.
Según el grupo de ex trabajadores, el monto recabado no se repartirá equitativamente, sino de acuerdo con el importe de los últimos salarios devengados según puesto y categoría, con lo que “serán mayormente beneficiados los que en ese momento ganaban más”.
Vía Expansión
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