En el golpe a las tropas de ocupación, dos generales rusos habrían sido abatidos y otro estaría gravemente herido.

El asesor presidencial ucraniano Aleksey Arestovich informó en la madrugada de este sábado que las fuerzas de defensa de Ucrania destruyeron el puesto de mando ruso en la región de Kherson, en el que había unos 50 militares.

La ciudad de Kherson, así como la mayor parte de la región, permanecen bajo ocupación rusa desde hace más de un mes.

En el golpe a las tropas de ocupación, dos generales rusos habrían sido abatidos y otro estaría gravemente herido.

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La agencia de inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano detalló en un comunicado que el centro de mando ruso estaba situado cerca de un lugar de enfrentamientos activos entre las dos fuerzas confirmó que dos oficiales rusos de alto rango fueron abatidos en el momento del ataque.

La ciudad portuaria fue el primer centro urbano importante que cayó en manos de las fuerzas rusas tras su invasión. Situada justo al norte de la península de Crimea anexionada por Rusia, Kherson ha sido fundamental en el esfuerzo más amplio de Moscú por controlar el territorio del sur. Es un eslabón vital en la cadena logística rusa que se extiende hasta Crimea, permitiendo el movimiento de artillería pesada y equipos hacia el sur de Ucrania por ferrocarril.

En las primeras semanas de la guerra, Rusia utilizó Kherson como trampolín en su avance hacia Odessa. Esa ofensiva que fue finalmente detenida por la dura resistencia ucraniana en la ciudad de Mykolaiv.

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La zona, de la que se tienen muy pocas noticias desde la llegada de las tropas rusas, está bajo un brutal asedio. Según la Defensora del Pueblo, Liudmila Denisova, 106 asentamientos siguen sin electricidad y la ciudadanía atraviesa problemas críticos de suministro de alimentos y otros bienes de primera necesidad.

Además, días atrás, el Ejército ucraniano denunció la aparición de más de 800 nuevas tumbas en la zona de Kherson ocupada por Rusia, según conclusiones extraídas a partir de una foto satélite obtenida por una ONG británica.

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