El centro financiero chino de Shanghái exigió que algunos viajeros de Pekín permanezcan en cuarentena durante dos semanas.

Pekín prohibió el martes a las personas de alto riesgo salir de la capital china y suspendió algunos servicios de transporte para detener la propagación del nuevo brote de coronavirus a otras ciudades y provincias del país.

El centro financiero chino de Shanghái exigió que algunos viajeros de Pekín permanezcan en cuarentena durante dos semanas, mientras que los 27 nuevos casos de COVID-19 llevaron el total de infectados actual en la capital a 106 desde el jueves.

Se trata del brote más grave registrado en China desde febrero, que aviva los temores a una segunda oleada de la enfermedad respiratoria que surgió en la ciudad central de Wuhan a finales del año pasado y que ya ha infectado a más de 8 millones de personas en todo el mundo.

El origen del brote se ha localizado en el enorme mercado mayorista de Xinfadi, en el suroeste de Pekín, donde cada día cambian de manos miles de toneladas de verduras, frutas y carne.

Hasta el lunes Pekín había designado 22 barrios como zonas de riesgo medio. Estas zonas deben adoptar medidas estrictas para bloquear la posible entrada de infecciones.

A todos los residentes de Pekín consideradas de alto riesgo, como aquellos que mantuvieron contactos con casos confirmados, no les está permitido salir de la ciudad, según informaron los medios de comunicación estatales el martes, que basaron su información en declaraciones de las autoridades municipales.

También se han suspendido todos los servicios de taxis y de coches de alquiler en la ciudad. Algunas rutas de autobús de larga distancia entre Pekín y las cercanas provincias de Hebei y Shandong se cancelaron.

Los gobiernos de muchas partes de China han impuesto requisitos de cuarentena a los visitantes de Pekín, preocupados por el riesgo de contagio.

Un caso sospechoso que voló de Pekín a la provincia suroeste de Sichuan se ha convertido en un caso confirmado, dijeron las autoridades sanitarias el martes, por lo que las autoridades locales están rastreando a 111 contactos cercanos para su examen.

La provincia de Hebei informó de cuatro nuevos casos, dos de los cuales han entrado en contacto directo con un portador del virus en la capital china, uno de ellos un operario en el mercado de Xinfadi.

MODO DE GUERRA

Aunque no se trata de un confinamiento riguroso al estilo del de Wuhan, la capital china ha entrado en un modo propio de “tiempos de guerra” en varios de sus distritos. Los barrios de la ciudad han establecido puestos de control de seguridad las 24 horas del día, cerrando escuelas y prohibiendo los banquetes de bodas.

“Pekín tomará las medidas más firmes, decisivas y estrictas para contener el brote”, dijo Xu Hejian, portavoz del gobierno de la ciudad de Pekín, en una conferencia de prensa celebrada el martes.

Durante la noche, algunas partes de Pekín, incluidos los tradicionales barrios hutong de la ciudad, fueron cercadas, y la entrada y salida se restringió a unos pocos puntos de control de seguridad las 24 horas del día.

“Trabajamos como siempre, pero los controles de los barrios se han vuelto más estrictos”, dijo Jin Rong, un residente de Pekín de 23 años.

“No me preocupa que Pekín sea como Wuhan, porque las actuales medidas de control de la epidemia han entrado en vigor muy rápidamente y han sido muy estrictas. La gente también tiene un profundo sentido de la autoprotección”.

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