El discurso presidencial podría desactivar las protestas de sus partidarios, que han bloqueado carreteras en muchos estados de Brasil, junto con camioneros

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, no impugnará su derrota electoral y se dirigirá a la nación este martes, dijo a la agencia Reuters el ministro de Comunicaciones, Fabio Faria.

El discurso presidencial podría desactivar las protestas de sus partidarios, que han bloqueado carreteras en muchos estados de Brasil, junto con camioneros pro Bolsonaro que piden que desafíe la victoria electoral de Luiz Inacio Lula da Silva.

Varias horas después que Bolsonaro, perdiera en su intento de reelección, el líder derechista no había admitido la derrota ni cuestionado los resultados de la contienda política más reñida del país en más de tres décadas.

Bolsonaro no dirigió una palabra a los periodistas que acamparon afuera de la residencia oficial ni a los simpatizantes que se reúnen regularmente en las inmediaciones. Tampoco ha publicado nada en sus redes sociales. La única señal de protesta provino de los camioneros partidarios de Bolsonaro que bloquearon algunas carreteras en diferentes puntos del país.

El rival de Bolsonaro, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, ganó la segunda vuelta el domingo por la noche con el 50.9 por ciento de los votos, por 49.1 por ciento de Bolsonaro. Fue la elección más reñida desde el regreso de Brasil a la democracia en 1985.

Bolsonaro ha cuestionado repetidamente la confiabilidad del sistema de votación electrónica de la nación. Llegó a decir que poseía pruebas de fraude, aunque no proporcionó la evidencia. Y hasta el mes pasado, comentó que si no ganaba en la primera vuelta de las elecciones, sería algo “anormal”, incluso cuando la mayoría de las encuestas lo ubicaban en desventaja.

A medida que pasaba el tiempo y una cantidad cada vez mayor de líderes internacionales reconocen públicamente la victoria de Lula, el margen de maniobra del presidente se reduce, subrayaron expertos a la agencia AP.

Entre los partidarios de Bolsonaro que reconocieron públicamente el triunfo de Lula se encuentran el gobernador electo de Sao Paulo, Tarcísio de Freitas, y la senadora electa Damares Alves, quienes fueron ministros bajo el gobierno de Bolsonaro, así como el líder de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados, Ricardo Barros. El pastor evangélico Silas Malafaia, que ha sido un estridente partidario de Bolsonaro, pidió a Dios que otorgue su “bendición” a Lula.

Su base electoral realiza bloqueos

Camioneros que apoyan a Bolsonaro bloquearon cientos de carreteras en la madrugada del martes para protestar por los resultados de las elecciones del domingo.

Desde la victoria de Lula el domingo por la noche, muchos camioneros han atascado el tráfico en zonas de todo el país, alegando que no reconocerán la derrota de Bolsonaro.

La carretera hacia y desde el aeropuerto internacional de Sao Paulo, el estado más poblado y con la economía más grande de Brasil, fue bloqueada y se cancelaron decenas de vuelos. Las redes sociales difundieron videos que mostraban a los viajeros caminando con sus maletas por la noche a lo largo de la carretera hacia el aeropuerto. El acceso se restableció parcialmente a partir de las 8 de la mañana.

En el vecino Minas Gerais, un estado clave durante las elecciones, un video en redes sociales mostró a un manifestante diciéndole a un reportero de O Tempo: “No nos detendremos mientras no tengamos una respuesta de nuestro presidente”.

El hombre, que vestía una camiseta verde y amarilla -los colores de la bandera brasileña y del movimiento conservador de la nación- afirmó que la elección fue “fraudulenta” y advirtió que habrá más protestas. “Queremos a Bolsonaro en 2023 y durante los años que siguen”, agregó.

En 2018, una huelga de camioneros de 11 días paralizó Brasil, provocó un aumento en los precios de los alimentos y dejó los estantes de los supermercados sin productos mientras las gasolineras se quedaron sin combustible. La protesta causó pérdidas multimillonarias y reveló el gran poder que poseen los conductores de camiones, particularmente cuando se organizan a través de las redes sociales.

Bolsonaro, legislador en ese momento y meses antes de ganar las elecciones presidenciales de ese año, era un partidario abierto de los camioneros, que se convirtieron en una base electoral suya.

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