Fue la primera mujer fiscal de distrito de San Francisco y la primera mujer que no es blanca en ser elegida fiscal general de California.


Kamala Harris hizo historia el sábado con su elección como vicepresidenta de Joe Biden en Estados Unidos, al convertirse en la primera mujer, primera afroamericana y primera persona de origen asiático que va a ocupar el segundo puesto más importante del país.



Los analistas políticos consideran a Harris, de 56 años, una candidata obvia para la nominación del Partido Demócrata en 2024 en caso de que Biden, que tendrá 78 años en su investidura el 20 de enero, decida no presentarse a un segundo mandato. Ella no se ha manifestado públicamente sobre tales especulaciones.

El sábado, Edison Research y las principales cadenas de televisión de Estados Unidos proyectaron la victoria demócrata, basándose en resultados finales no oficiales, aunque el presidente en ejercicio, el republicano Donald Trump, prometió seguir luchando en los tribunales.

Harris, senadora por California, está acostumbrada a romper moldes. Fue la primera mujer fiscal de distrito de San Francisco y la primera mujer que no es blanca en ser elegida fiscal general de California.

Su experiencia en justicia penal podría ayudar a un gobierno de Biden a abordar cuestiones de igualdad racial y sobre la policía después de las protestas que sacudieron al país este año.

Harris, cuya madre y padre emigraron de la India y Jamaica, respectivamente, tenía la intención de convertirse en la primera mujer presidente de Estados Unidos cuando compitió contra Biden y otros por la candidatura de su partido para los comicios de 2020.

Sin embargo, abandonó la carrera en diciembre pasado después de una campaña perjudicada por sus opiniones titubeantes sobre salud y por la indecisión de abrazar su pasado como fiscal.

Biden pasó por alto algunas de las duras palabras que Harris le dedicó en la campaña y la designó como su compañera en agosto. Ella ha demostrado ser una valiosa y pulida número dos, que apela especialmente a mujeres, progresistas y votantes negros.

Harris, que desarrolló una profunda red de recaudación de fondos durante sus candidaturas al Senado y la Casa Blanca, ha sido fundamental para que Biden consiga sumas récord de dinero en los últimos meses de la campaña. Su selección provocó un estallido de entusiasmo en la base demócrata y entre los donantes del partido.

“Harris siempre tuvo mucho sentido como compañera de fórmula de Biden porque tuvo la capacidad de ayudarle a unificar la coalición demócrata por encima de las líneas raciales y generacionales y pudo aumentar el entusiasmo de las bases”, dijo Joel Payne, un estratega demócrata que trabajó para la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2016.

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