Algunos dolientes en el interior gritaron “¡Justicia para Jovenel!” y aclamaron a Martine Moïse cuando subió al podio

El funeral del presidente haitiano asesinado Jovenel Moïse fue interrumpido brevemente el viernes por disparos y gas lacrimógeno utilizado en las inmediaciones, así como por enardecidos simpatizantes que provocaron que funcionarios de Estados Unidos y la ONU se retiraran antes de que la viuda hiciera declaraciones públicas por primera vez desde el atentado.

Centenares de manifestantes se reunieron afuera del recinto privado donde se efectuaba el funeral de Moïse. Algunos dolientes en el interior gritaron “¡Justicia para Jovenel!” y aclamaron a Martine Moïse —que resultó herida de gravedad en el ataque del 7 de julio en la residencia privada de la pareja— cuando subió al podio al final de la ceremonia.

“Ellos nos están observando, esperando a que tengamos miedo”, afirmó. “No queremos venganza ni violencia. No vamos a tener miedo”.

Nubes de humo y ceniza provenientes de las barricadas en llamas que los manifestantes instalaron alrededor del recinto, además del gas lacrimógeno utilizado por la policía, invadieron el lugar de la ceremonia mientras Martine Moïse y otros hablaban.

En su discurso de 15 minutos, la voz suave de la primera dama fue tornándose más fuerte. Agradeció a la multitud por su apoyo y señaló que los responsables del magnicidio no asesinaron la visión, ideas ni sueños de Jovenel Moïse para Haití.

El funeral se llevó a cabo en medio de intensas medidas de seguridad tras las violentas protestas y temores de inestabilidad política en la nación caribeña.

Antes de que comenzara el funeral, los gritos de “¡asesino!” llenaban el aire a la llegada del jefe de la Policía Nacional de Haití, Léon Charles. Haitianos con trajes oscuros, zapatos brillantes y vestidos formales en blanco y negro gritaban y señalaban hacia las plataformas de los asientos vecinos, donde se encontraban sentados funcionarios del país y dignatarios extranjeros por encima de cuando menos una docena de hombres con armas de alto poder.

“¡No tomaron ninguna medida para salvar a Jovenel! ¡Ustedes contribuyeron a su asesinato!”, gritó una mujer.

En la parte de abajo, un simpatizante de Moïse amenazó a Charles: “¡Necesita irse ahora o vamos a ir por usted después del funeral!”

Una vez que el funeral concluyó, los manifestantes apedrearon a una caravana de autoridades haitianas y periodistas que se retiraban.

F. AP News

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