Ahora mismo, en este momento, todas las noches, Rusia ha convertido el cielo ucraniano en una fuente de muerte, dijo Zelenski.

En otro dramático pedido de ayuda, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, insistió al Congreso de Estados Unidos que imponga una zona de exclusión aérea en Ucrania, amplíe la asistencia militar al país y le imponga más sanciones a Rusia por la invasión al brindar un discurso histórico desde Kiev, en medio de la guerra. “Los necesitamos ahora”, dijo Zelensky a los senadores y congresistas norteamericanos. “Los llamo a que hagan más”, imploró.

Bajo el asedio de los bombardeos de Rusia, Zelensky habló ante los legisladores en el primer discurso virtual de un líder extranjero ante las dos cámaras del Congreso. El mandatario, devenido en un ícono global desde la invasión de las tropas de Vladimir Putin a Ucrania, utilizó su mensaje para exigir por enésima vez un mayor involucramiento de Washington y sus aliados en el conflicto, y reiteró su principal súplica: una zona de exclusión aérea, un pedido de ayuda que el gobierno de Joe Biden ya ha descartado de plano ante la posibilidad de que desate una confrontación directa con Moscú y lleve a la tercera guerra mundial.

“Si esto es mucho pedir, saben qué tipo de sistema de defensa necesitamos”, agregó, al reclamar más asistencia.

En su mensaje, que brindó desde su escritorio, vestido con su ya tradicional remera verde de fajina, Zelensky apeló a la historia de Estados Unidos al evocar el bombardeo de Japón a Pearl Harbor, que llevó al país a pelear en la Segunda Guerra Mundial, y el ataque terrorista del 11 de Septiembre de 2001, que llevó a la guerra de Afganistán, la más larga en la historia de Estados Unidos.

“Nuestro país vive lo mismo todos los días. Ahora mismo, en este momento, todas las noches”, dijo Zelensky. “Rusia ha convertido el cielo ucraniano en una fuente de muerte”, completó.

Si ante el parlamento británico Zelensky había invocado a Winston Churchill y a William Shakespeare, ante los legisladores norteamericanos recurrió a Martin Luther King Jr.: “Yo tengo un sueño –dijo el mandatario ucraniano–. Estas palabras son conocidas por ustedes. Hoy, puedo decir yo tengo una necesidad. Necesito proteger el cielo. Necesito su decisión, su ayuda, que significa lo mismo, lo mismo que sienten cuando escuchan las palabras, ‘yo tengo un sueño’”.

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Esa fue la introducción que Zelensky eligió para hacer el pedido central de su discurso: que Occidente cierre el cielo ucraniano para frenar los bombardeos de Rusia, que han recrudecido y han matado a civiles en varias ciudades del país. Previendo el rechazo de Occidente a esa movida, Zelensky pidió aviones –otro reclamo que no ha sido atendido– o más misiles para responder a los ataques rusos. Para reforzar su reclamo, Zelensky le dijo al Congreso que los ucranianos están peleando por los valores occidentales.

“En este momento, se está decidiendo el destino de nuestro país. Si los ucranianos serán libres. Rusia no solo atacó nuestras ciudades, sino que lanzó una ofensiva brutal contra nuestros valores, nuestro derecho a vivir libremente”, dijo Zelensky. “Hoy, los ucranianos no están defendiendo solo Ucrania. Estamos defendiendo los valores de Europa y del mundo”, agregó sobre el final.

Antes de terminar su mensaje, Zelensky transmitió un video preparado que comenzaba mostrando la vida en varias ciudades en Ucrania antes de la invasión –paz, sol, niños jugando al aire libre, jóvenes– y luego ofrecía algunas de las imágenes más crudas de la guerra, bombardeos, gente muerta y herida, en hospitales y en las calles, y refugiados, ancianos, mujeres y niños huyendo del país.

Al final, Zelensky le envió un mensaje directo al presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

“Me dirijo al presidente Biden: usted es el líder de la nación, de su gran nación. Le deseo que sea el líder del mundo. Ser el líder del mundo significa ser el líder de la paz. Gracias. Gloria a Ucrania”, cerró, en inglés.

Zelensky se despidió con una ovación de pie, pero nada sugiere que su principal pedido será atendido. La Casa Blanca se mantiene incólume en su rechazo a imponer una zona de exclusión aérea o enviar aviones a Ucrania por temor a una escalada y una confrontación directa con Rusia que lleve a una tercera guerra mundial. El alineamiento de Rusia y China genera además una enorme preocupación en el gobierno de Biden, que mira a Pekín con desconfianza. El gobierno de Xi Jinping se ha negado a condenar de manera unívoca la invasión, y ha insistido en que debe haber una solución diplomática al conflicto.

Luego del discurso, la Casa Blanca se prepara para anunciar un nuevo paquete de asistencia militar por 800 millones de dólares que llevará la ayuda total a más de 2000 millones de dólares desde que Biden asumió la presidencia.

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