La Embajada cubana en París acusó que ha sido objeto de «un atentado terrorista perpetrado por dos individuos que arrojaron tres cócteles molotov».
El ministro de Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha denunciado este lunes un presunto «ataque terrorista» con «cócteles molotov» contra la Embajada cubana en Francia.
Rodríguez ha informado del presunto ataque a través de un mensaje publicado en su perfil de Twitter, en el que ha responsabilizado al Gobierno de Estados Unidos por «sus continuas campañas» contra Cuba –que, precisamente, ha celebrado este lunes el Día de la Rebeldía Nacional.
En concreto, el jefe de la diplomacia cubana ha considerado que los «llamados a la violencia, con impunidad» por parte de Estados Unidos «alientan» conductas como el ataque denunciado en la Embajada cubana en París.
Horas después de la denuncia de Rodríguez, la Embajada cubana en París ha emitido un comunicado en el que ha detallado que durante la noche del lunes 26 al martes 27 de julio, ha sido objeto de «un atentado terrorista perpetrado por dos individuos que arrojaron tres cócteles molotov».
El ataque ha provocado un incendio en la fachada y en la entrada de la misión diplomática cubana en Francia, si bien el personal no ha resultado herido, aunque se han notificado daños materiales, ha precisado la Embajada.
«Actos terroristas como este son fomentados por las campañas del Gobierno de Estados Unidos contra nuestro país incitando a acciones de uso de la violencia», ha insistido la misión, que ha mostrado su rechazo a este «acto criminal y terrorista».
El Ministerio de Exteriores de la isla ha compartido en redes sociales, por su parte, imágenes del ataque, dejando ver pequeños incendios y daños materiales.
La Asamblea Nacional de Cuba ha hecho referencia también al presunto «ataque terrorista» con un mensaje en Twitter, en el que ha condenado «enérgicamente» los hechos denunciados por Rodríguez.
Ciudadanos cubanos salieron a las calles este mes para expresar su descontento por la carestía de productos básicos, como alimentos y medicinas y miembros de la comunidad internacional y ONGs, entre otros, denunciaron una dura represión contra los manifestantes.
El Gobierno cubano consideró que ha visto «escenas peores» de represión y violencia policial en Europa o en países de América Latina y negó un «estallido social».
Al respecto, Estados Unidos, a quien Cuba acusa de «manipular información» sobre las movilizaciones y la situación en el país, emitió sanciones contra el ministro de Defensa cubano, Álvaro López Miera, y la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior por la «represión» de las protestas «pacíficas y prodemocráticas» que comenzaron en la isla el 11 de julio.
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