Manifestantes con chalecos amarillos, un símbolo de las protestas de conductores franceses contra los mayores impuestos a los carburantes, se enfrentan a gendarmes cerca del Arco de Triunfo en París

La policía antidisturbios francesa disparó gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y cañones de agua contra manifestantes del movimiento de los “chalecos amarillos” que intentaban traspasar cordones de seguridad en el bulevar de los Campos Elíseos en París el sábado antes de la tercera manifestación por el elevado coste de la vida en Francia.

La policía dijo que 24 personas habían sido detenidas ante la preocupación de que grupos violentos de extrema derecha y de extrema izquierda se estuviesen infiltrando entre los “chalecos amarillos”, una rebelión popular espontánea contra las dificultades de parte de la población gala para llegar a fin de mes.

Durante más de dos semanas, los “gilets jaunes” (chalecos amarillos en francés) han bloqueado carreteras durante sus protestas por toda Francia, representando uno de los desafíos más graves y prolongados a los que Emmanuel Macron se ha enfrentado en sus 18 meses como presidente.

Varios cientos de chalecos amarillos hicieron una sentada bajo el Arco de Triunfo al final de los Campos Elíseos, entonando La Marsellesa, el himno nacional francés, y cánticos como “¡Macron, dimisión!”

A media mañana, unos 2.000 manifestantes según la policía se encontraban en las carreteras aledañas a los Campos Elíseos. Sindicatos policiales dijeron que en todo el país los manifestantes ascendían a 31.000, con 582 bloqueos.

Diez policías resultaron heridos, según la portavoz policial Johanna Primevert. A mediados del mes pasado, una manifestante murió tras ser atropellada accidentalmente por un coche cuando participaba en una campaña de bloqueos de carreteras en Francia contra el aumento de los impuestos a los carburantes.

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