La aeronave en la que murieron Martha Erika Alonso Hidalgo y Rafael Moreno Valle Rosas era capaz de viajar a 311 kilómetros por hora.


El helicóptero Agusta A109S Grand en el que la gobernadora Martha Erika Alonso Hidalgo y el senador Rafael Moreno Valle Rosas perdieron la vida el lunes pasado, era un vehículo diseñado para amortiguar caídas y resistir los impactos.

Así lo refleja la ficha técnica desarrollada por la empresa italiana Agusta Westland, donde se refiere que se trata de una aeronave capaz de volar en condiciones difíciles y con un solo piloto en la cabina.

Éste podría maniobrarla con un solo rotor, cuyas turbinas fueron creadas por la empresa Pratt & Whitney, una compañía canadiense que se dedica al desarrollo de este tipo de mecanismos desde 1990.

Además, este modelo cuenta con un sistema redundante de gestión de vuelo y navegación avanzada, con posibilidad de alcanzar una velocidad de 311 kilómetros por hora y una altura de cuatro mil 900 metros sobre el nivel del suelo.

El helicóptero está considerado como una unidad de lujo para servicio civil, con capacidad para hasta siete pasajeros, aunque la firma fabricante también tiene una división para funciones militares.

En específico, el Agusta S109A Grand en el que viajaban Rafael Moreno Valle, Martha Erika Alonso y el secretario privado del senador, era un modelo 2011, que según la información proporcionada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), tenía dos mil 74 horas de vuelo.

Sus mecanismos estaban reportados en buenas condiciones y el 21 de septiembre de este año, había obtenido el Certificado de Aeronavegabilidad, cuya vigencia se extendía hasta el 19 de septiembre de 2020. De acuerdo con registros hemerográficos, el propio Rafael Moreno Valle Rosas había usado el vehículo matrícula XA-BON en 2016, cuando viajó a Taxco, Guerrero, aún con condiciones climáticas adversas, para una reunión en la que promovería sus aspiraciones presidenciales.

Adicionalmente, Miguel Ángel Osorio Chong la habría ocupado en enero de 2017 para viajar a las Bahamas y existe información escueta respecto a que Juan Armando Hinojosa Cantú, empresario conocido por haber comprado la Casa Blanca para Enrique Peña Nieto, también se habría subido en ella.

Según las primeras investigaciones, la aeronave perdió comunicación con la torre de control del Aeropuerto Internacional Hermanos Serdán 10 minutos después de su despegue y lo último que se alcanzó a escuchar fue un golpe, que refiere al impacto de la aeronave en el suelo.

Las autoridades han referido que lo anterior habría sido producto de una falla mecánica, para lo que se ha solicitado la intervención de las empresas fabricantes de la aeronave y de los motores para realizar un peritaje al respecto.

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