La Ley de Seguridad Interior, no resuelve el problema de origen, y en lugar de plantarle una solución a las fuerzas armadas, ahora se “sobre sofistica”, opinó el rector


Para el rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP),  Emilio José Baños Ardavín, la Ley de Seguridad Interior no es la solución a los problemas de inseguridad que se viven en Puebla, ni mucho menos para el resto del país, y aunque la consideró necesaria, sostuvo que hay tres aspectos que requieren modificación. «Nosotros creemos que una ley que reúne y dé un ordenamiento congruente para la actuación de las fuerzas armadas es necesaria. Sin embargo al ver con detalle todo el proyecto que se aprobó, vemos que tiene tres áreas de oportunidad importantes. La primera tiene que ver con la naturaleza de la configuración jurídica de la propia ley, es decir, buscar los estamentos constitucionales y la congruencia de los propios términos de esta ley”.

En ese sentido, manifestó que el segundo problema que se encuentra a esta ley es que le hace falta contrapesos, “llega a un momento en donde no vale la voz del pueblo, que tendría que estar recogida en los congresos ya sea estatales o federales, de manera que esto a la postre, puede generar un riesgo de que se suspendan garantías y en donde no haya ninguna instancia que pueda generar algún contrapeso en esta materia tan importante como es la Ley de Seguridad Interior. Con estos contrapesos, no existe con claridad una reglamentación o líneas que hablen del compromiso concreto que debe haber de parte de las fuerzas, comenzando por las federales en materia de seguridad pública y las estatales y municipales para efectos de esta acción subsidiaría que es un hecho que se tiene que dar por parte de las fuerzas armadas, sea algo estrictamente temporal, para que se dé el robustecimiento de las fuerzas que permanentemente tendría que estar velando por la seguridad ciudadana”.

Baños Ardavín dijo que un tercer punto que se ve como un problema es que la Ley de Seguridad Interior, no resuelve el problema de origen, y en lugar de plantarle una solución a las fuerzas armadas, ahora se “sobre sofistica”, es decir, se hace mucho más complejo justificar la presencia de las fuerzas armadas, porque ahora contaría con una ley, pero que con todos estos enredos, tendrán un problema jurídico para sustentar su actuar en esta ley que tiene todos enredos”.

Incluso, señaló que el mismo presidente de México antes de promulgarla, está pidiendo que se someta al juicio de la Suprema Corte de Justicia, en donde “franco favor le hace al Poder Legislativo cuando está reconociendo que de suyo puede haber un problema importante en la legitimidad o en la naturaleza jurídica de esta ley”. En ese sentido, subrayó, “uno de los grandes pensadores políticos y económicos del siglo XX en México, Don Manuel Gómez Morín, afirmó: “…es peor el bien mal realizado que el mal mismo. Lo primero destruye la posibilidad del bien y mata la esperanza. El mal, por lo menos, renueva la rebeldía y la acción”.

Por último, manifestó que a nivel estatal el problema de la inseguridad es uno de los principales temas más críticos para el gobierno y la sociedad, sin perder de vista que hay otros que también son relevantes como son el tema de la corrupción, la desigualdad y la inseguridad que es un tema relevante para la sociedad poblana.

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