Marruecos venía de dejar en el camino a España y ganó un grupo en el que estaban Bélgica y Croacia, que ha repetido como semifinalista en Qatar.

En el Mundial de las grandes sorpresas, África colocó por primera vez un equipo en las semifinales cuando Marruecos mandó a Portugal a casa y sepultó quizás la última oportunidad que tenía Cristiano Ronaldo de conquistar el título.

Youssef En-Nesyri se suspendió en los aires a los 42 minutos para anotar de cabeza el gol que decretó la victoria 1-0 el sábado y que prolonga la asombrosa marcha de Marruecos en la primera Copa del Mundo en Medio Oriente.

Mientras Cristiano se marchaba lloroso hacia el vestuario tras el silbatazo final, los jugadores marroquíes alzaban a su técnico Walid Regragui en el césped del estadio Al Thumama.

Pellízcame, estoy soñando”, dijo el arquero marroquí Yassine Bounou. “Marruecos está preparado para enfrentarse a cualquiera. Hemos cambiado la mentalidad para la generación que nos seguirá. Saben que los jugadores marroquíes pueden obrar milagros”.

Marruecos buscará el pase a la final del torneo en Qatar contra el ganador del duelo entre Francia e Inglaterra, que se medía más tarde.

Se trata de un logro monumental para el fútbol africano. Las semifinales del Mundial son un escenario de participación casi exclusiva para las selecciones de Europa y Sudamérica. Camerún (1990), Senegal (2002) y Ghana (2010) tocaron la puerta en los cuartos de final, pero sin poder ir más lejos.

Marruecos superó la barrera con un plantel que incluye a 14 jugadores nacidos fuera de sus fronteras. Un equipo que hace poco tres meses tuvo la audacia de cambiar de entrenador, designando a Regragui, otro más de la diáspora de la nación norafricana.

“¿Por qué no podemos soñar con ganar la Copa del Mundo?”, dijo Regragui. “Si no sueñas, no vas a ninguna parte. Soñar no cuesta nada”.

Desde su primer partido en Qatar, los Leones del Atlas han sido un muro impenetrable. Apenas han encajado un gol en este Mundial — un autogol ante Canadá en el cierre de la fase de grupos — y maniataron a una Portugal que vino de vapulear 6-1 a Suiza en la ronda previa.

Más admirable es que Marruecos mantuvo el templo pese a sufrir las bajas por lesión de tres de sus titulares en la retaguardia. Saltaron a la cancha sin el lateral derecho Noussair Mazraoui y el central Nayef Aguerd. Y el tercero, el capitán y central Romain Saiss, tuvo que ser sacado en camilla poco antes de cumplirse la hora.

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