Otros colectivos que también participaron en el San Pancho Revival Challenge, como denominaron a la jornada de limpieza.


Alrededor de las 9:00 de la mañana los asistentes junto con personal de limpia del ayuntamiento de Puebla descendieron al río a la altura Circuito Juan Pablo II cerca de Plaza América, ahí empezaron a quitar maleza y basura, principalmente botellas de plástico y envolturas de dulces, algunas arrastradas por la corriente y otras arrojadas al puente.

A diferencia del Atoyac y Alseseca, el agua del Río San Francisco se observa cristalina y no tiene mal olor, sin embargo, Héctor Cortés de Dale la cara al Atoyac, dice que no es recomendable tener contacto con ella, pues han detectado que dos empresas textileras vierten sus desechos en él, por lo que realizarán estudios para conocer su nivel de contaminación.

Otros colectivos que también participaron en el San Pancho Revival Challenge, como denominaron a la jornada de limpieza fueron el Laboratorio de Espacio Público y Puebla Antigua, quienes también recibieron el apoyo de personal de limpia del ayuntamiento de Puebla.

Héctor Cortés también señaló que el abandono de las riberas ha ocasionado que sirvan como un lugar para cometer delitos, de ahí que esta iniciativa busque transformar la imagen del río y generar espacios públicos a sus orillas.

Sin importar los piquetes de mosquitos, al término de la jornada fueron más de 60 las bolsas de basura las que llenaron el camión de volteo del servicio de limpia del ayuntamiento de Puebla.

Cabe mencionar que en la década de los 60´s tras una serie de inundaciones, el gobierno del estado determinó la disminución del afluente del río San Francisco, así como su embovedamiento, para dar origen posteriormente al bulevar 5 de mayo.

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