Oscar, de 36 años, tiene una década levantando pesas luego de haber visto en la televisión exhibiciones de culturismo y halterofilia

José Óscar Velázquez Martínez es un strongman que usa camiseta olímpica pegada a su musculoso cuerpo hecho a base de sentadillas, press de banca y peso muerto. Tiene 36 años y es campeón olímpico de levantamiento de potencia. Ah, y por cierto, tiene síndrome Down. Desde hace diez años empezó a levantar pesas luego de haber visto en la televisión exhibiciones de culturismo y halterofilia, que lo llevaron a buscar un gimnasio para entrenar.

José Oscar sonríe amablemente y muestra orgulloso sus marcados bíceps, tríceps, piernas y pantorrillas, tal como lo hacen los hombres frente a los espejos de los gimnasios; luego abraza a su madre Alicia Martínez Sánchez, quien continúa contando el camino de un campeón con discapacidad intelectual.

A sus 48 años Alicia tomó una maleta con ropa de gimnasio con una mano, y con la otra a su hijo decidida a levantar mancuernas y barras, y a sudar sin parar; y como fue difícil encontrar un entrenador para un joven “especial”, se inscribió en un curso de culturismo para aprender sobre la potencia y la hipertrófia.

En ese camino conoció Olimpiadas Especiales México y desde entonces y con ayuda del Sistema Estatal DIF, recorre el mundo con su maleta con ropa de gimnasio en una mano, y con la otra sostiene a su campeón de levantamiento de potencia.

José Oscar tiene tres medallas de Bronce y una de plata ganadas en los Juegos Mundiales de las Olimpiadas Especiales de Los Ángeles 2015.

Piruetas, giros y saltos en hielo

José Cruz Cruz tiene 23 años y hace todo tipo de acrobacias como piruetas, giros y saltos. Al caer las cuchillas de sus patines cortan el hielo de la pista y el público aplaude tan fuerte que cimbra el recinto, pero él apenas escucha las palmas porque tiene debilidad auditiva además de síndrome Down.

La música con la que danza sobre el hielo la escucha un par de veces con ayuda de un audífono especial, la memoriza y después la amplifica desde su corazón, relata su madre María Trinidad Cruz Guerrero 43 años.

Pero José no solo patina sobre hielo, también lo hace sobre duelas lo que lo convierte en un atleta multifacético pues puede competir tanto en Olimpiadas de Invierno con patinaje de figura sobre hielo o en las Olimpiadas de Verano con patinaje de velocidad.

Su tiempo lo divide entre la pista de hielo que se ubica en La Noria, y en el velódromo Salomón Jauli, ubicado en el Periférico Ecológico, en donde fortalece sus piernas y su velocidad para participar en las próximas olimpiadas y así sumar medallas a las que trajo de Los Ángeles, de Autria y de Grecia…

Promesa de la natación

Verónica Rojas Sánchez es nadadora desde los cinco años y ahora que tiene 26 no vive un solo día sin ponerse su traje de baño, su gorra y sus goggles. Su madre Irma Sánchez Vázquez Sánchez tiene 64 años y orgullosa contó que han ido hasta Puerto Rico para competir en los Terceros Juegos Latinoamericanos de Olimpiadas Especiales 2017.

Estos atletas especiales son las promesas poblanas que pelearán por un lugar entre más de mil competidores de todo el país en los Juegos Nacionales de Verano Olimpiadas Especiales que se llevarán a cabo en la ciudad de Puebla del 28 de marzo al 1 de abril y así ganar un espacio en los Juegos Mundiales de Olimpiadas Especiales en Abu Dabí 2019.

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