De Nachito depende la estabilidad social en la región y que no se desaten epidemias o muertes contra los lugareños. Está en la Parroquia de San Pablo Apóstol, en San Pablo del Monte.
Nachito es un esqueleto que reposa sus huesos al fondo del sótano de la fiscalía de la Parroquia de San Pablo Apóstol. Es un personaje que todos respetan pero que nadie sabe de dónde salió, ni cómo llegó a San Pablo del Monte.
Se dice que arribó con los primeros Franciscanos que pisaron el sur del estado de Tlaxcala. Le calculan una antigüedad de más de 500 años.
De Nachito depende la estabilidad social en la región y que no se desaten epidemias o muertes contra los lugareños. Siempre está atado de manos y pies, en caso de librar sus extremidades la desgracia podría aproximarse al Pueblo.
San Pablo del Monte colinda con Puebla, es una región celosa y se resiste a olvidar sus costumbres y tradiciones, tienen miedo de que en algún futuro las hagan a un lado.
La parroquia de San Pablo Apóstol está ubicada entre los barrio de San Bartolomé, San Miguel, Barrio de Jesús y San Pedro, la conforman 26 mayordomos y un fiscal, pero uno de los más importantes es quien reguarda a Santo Entierro (Jesucristo muerto).
LO QUE SE CUENTA
Nachito llegó a San Pablo en un ambiente de violencia y enfermedad, al paso del tiempo descubrieron que atándole las manos las cosas se estabilizaron, sin embargo nadie da testimonio verídico del desastre al que es capaz este esqueleto, pero eso sí, nadie quiere comprobarlo y prefieren respetarlo.
RITUAL DE ARMADO Y PASEO
Llegado el primer día de noviembre se reúnen en la fiscalía los integrantes de este cuadro, el señor Jordán Mastranzo Capilla y Félix Capilla Méndez quienes representan a Santo Entierro. Piden permiso al primer fiscal Fortino Monarca Méndez para armar a Nachito y posteriormente sacarlo a recorrer el primer cuadro municipal.
Armarlo es un trabajo que le corresponde al mayordomo de Santo Entierro (Jesucristo Muerto), le colocan, manos y pies, los mayordomos de las imágenes de santos representados por jóvenes o niños (Santo Angelito, Niños Mártires, San Miguel Arcángel y San Antonio) cargan a Nachito en procesión.
Los que brindan la ofrenda son los comerciantes que se instalan en la zona céntrica por el temporal del Día de Muertos, el recorrido no tiene un fin serio y formal, por el contrario es relajado, alegre y se presta a los comentarios sanos o chascarrillos,
El mayordomo de Santo Entierro es el que pide bajo el lema, “Sino cooperan para Nachito los va asustar y ya no van a tener venta” al mismo tiempo inclinan el ataúd para que el esqueleto mire a los comerciantes
Quienes recogen los regalos de Nachito son los mayordomos de la Vírgenes o Santas como Guadalupe, Remedios, Dolores por mencionar algunos. Recoge desde ceras, pan, dinero, comida, dulces, veladoras, incienso, copal, flores, hasta ropa, nadie se niega porque todos están esperanzados en que cada año les vaya bien.
Al término del recorrido, el esqueleto regresa al interior de la iglesia donde los espera una mesa, es colocado la noche del 1 de noviembre y a su alrededor le instalan lo que recogió de los comerciantes. Es hasta el dos de noviembre antes del mediodía cuando regresa a la fiscalía, ahí es desarmado, le atan las manos y pies con mecate, lo tapan con una sábana blanca y no se toca hasta el próximo año.
HAY QUE TENERLO AMARRADO
Afuera en el zócalo la gente comenta que Nachito es un esqueleto que es la representación de algún personaje que fue bueno y ayudaba la gente hace cientos de años. Otros dicen que Nachito fue un sacerdote que lucho por la construcción de la parroquia.
Todos tienen la versión diferentes, pero todos coinciden en que hay que tenerlo amarrado y respetarlo.
Nachito ahí sigue, está guardado en un ataúd, le quitaron las manos y los pies, Y el próximo año volverán lo volverán a sacar y la gente lo espera para saludarlo y ofrecer algún producto para que sus ventas sean las mejores en la temporada.