Líderes del transporte público en Tehuacán alzaron la voz para exigir un ajuste en la tarifa del pasaje, argumentando que los costos de mantenimiento, combustible y refacciones han aumentado considerablemente, afectando la operación diaria de las unidades.
Pedro López, representante del gremio transportista, explicó que mantener en funcionamiento una unidad nueva cuesta alrededor de 635 mil pesos, y aunque algunas se financian, las mensualidades resultan difíciles de cubrir. “La gente piensa que el transporte genera ganancias elevadas, pero los ingresos no son suficientes para cubrir los gastos. Necesitamos comprensión de la ciudadanía”, expresó.
Entre los principales factores que han encarecido el servicio se encuentran el aumento de la gasolina, que actualmente ronda los 23 a 24 pesos por litro, y el costo de las llantas, que pasó de 900 a más de mil 100 pesos.
El dirigente señaló que la solicitud de incremento al pasaje no busca afectar al usuario, sino equilibrar los costos de operación para seguir brindando un servicio seguro y constante. “No pedimos más de lo justo, queremos que se tome en cuenta un estudio técnico que respalde la necesidad del ajuste”, añadió.
Mientras los transportistas argumentan que el alza es necesaria para evitar el deterioro del servicio, usuarios expresan preocupación ante un posible incremento que afecte su economía diaria. En una ciudad donde miles de personas dependen del transporte público para trabajar o estudiar, el debate sobre la tarifa se ha convertido en un tema de interés colectivo.
Las autoridades aún no han confirmado si se revisará la propuesta de aumento al pasaje, pero el llamado de los concesionarios deja claro que la situación del sector enfrenta una crisis de rentabilidad que podría repercutir directamente en la movilidad urbana.
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