En la Arquidiócesis de Puebla ocho de cada 10 templos y parroquías registran daños.

Por lo cual se ha tenido que recurrir a misas en atrios, capillas abiertas o en el peor de loas casos casas privadas y salones de eventos.

El Arzobispo, Víctor Sánchez Espinosa indicó que sin importar la circunstancias, se está garantizando que la atención espiritual continúe.

Dijo que hay daños en más de 400 templos y parroquías, lo que representa – según los datos proporcionados por su oficina de prensa -, 80 por ciento del total, confirmado por 500 inmuebles.

«Se están buscando espacios o salones, casas privadas, como la primitiva comunidad cristiana, para realizar las celebraciones», apuntó.