El presbítero Francisco Díaz está a la espera de ser dado de alta después de haber dado positivo a Coronavirus.

La Diócesis de Tlaxcala, reportó que el padre Pascual Pluma Morales encargado de la Cuasiparroquia de Santa Úrsula Zimatepec, municipio de Yauhquemehcan, se encuentra hospitalizado bajo sospecha de ser portador de Coronavirus.

En entrevista al respecto, el coordinador de la Comisión Diocesana Covid-19, Ranulfo Rojas Bretón informó que fue necesario internar al párroco aunque hasta el momento no se tiene el reporte definitivo para confirmar o descartar la presencia del SARS-COV-2.

“Lamentablemente al sacerdote si lo tuvimos que hospitalizar, no tenemos todavía el reporte del estudio para saber si es COVID o solo sospecha, pero si está hospitalizado y es un deber nuestro darlo a conocer que el Padre Pascual Pluma Morales y esperamos en Dios que con los cuidados y el tratamiento de salud que SESA del estado se encuentra al pendiente salga adelante, estamos en vinculación para atender casos como el que nos ha sucedido con el Padre Pascual”, declaró.

En tanto, el presbítero encargado de las iglesias de San Pedro Muñoztla y San Pedro Tlacuapan, ambos del municipio de Chiautempan, Francisco Díaz está a la espera de ser dado de alta por la Secretaría de Salud del Estado luego de haber terminado con su tratamiento tras resultar positivo a Coronavirus.

Ahora tras 21 días el presbítero deberá recibir las indicaciones correspondientes para seguir con su cuidado luego de haber sido positivo al nuevo Coronavirus, en este caso no hubo la necesidad de hospitalizarlo pero si fue puesto en aislamiento domiciliario con tratamiento y vigilancia de la SESA.

Ese caso fue confirmado por la Diócesis de Tlaxcala el pasado 28 de mayo, y el sacerdote, Francisco Díaz está a la espera de que la SESA lo de alta y le otorgue su programa de cuidados, “le hemos dicho que no es que ya pueda salir y que esté inmune, me parece que es un asunto serio y nos exige mucha madurez y responsabilidad”.

Al respecto, Ranulfo Rojas recordó que la Diócesis tiene un protocolo diseñado en estos casos para que los padres que presenten síntomas se comuniquen con alguien de la Comisión Diocesana, para poder establecer contacto con el sector salud con el propósito de que reciban la visita de una brigada, tomen las muestras necesarias, reciban el tratamiento adecuado y hagan el reporte del estado de salud para que sea monitoreado debidamente.

“Ningún sacerdote está desprotegido al indicio de síntomas comunicarlo para que le demos seguimiento, gracias a Dios nos ha permitido mantener esta vinculación para no tener ninguna situación de inseguridad estamos en este camino cuidando a nuestros sacerdotes y a nivel persona recomendamos a los sacerdotes que no se expongan, cuando haya una celebración de difuntos con sospecha o sin sospecha hay una normatividad que debe cuidar, se les pide que se le alimenten bien, que descansen, y que no caigan en ansiedad por la falta de certeza en estos momentos”, agregó.

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