Las propietarias de estos espacios en Tehuacán tuvieron que recurrir a amigos y familiares pues ni el banco les quiso prestar.

Las propietarias de las 48 estancias infantiles ubicadas de Tehuacán afirmaron que operan con números rojos y han recurrido a préstamos de, cuando menos, 50 mil pesos para mantener su operación.

Indicaron que una vez cerrado el programa que les subsidiaba, enfrentaron complicaciones constantes para cubrir nóminas, servicios, alimentación e impuestos, por lo que al menos cinco establecimientos cerraron sus puertas.

Mencionaron que quienes consiguieron sobrevivir, no siempre pudieron hacer uso de créditos bancarios, toda vez que las instituciones argumentaban falta de estabilidad financiera y acudieron a familiares o conocidos.

Dalia Rodríguez, responsable de la estancia Nicolás Bravo, agregó que si bien en su negocio no se redujo notablemente la matrícula, sí hubo quienes perdieron hasta la mitad de sus niños inscritos, lo que acentuó la actuación.

Apuntó que el incremento en los apoyos que se dieron a los padres de familia, no alcanza a solventar el recurso perdido estos cuatro meses y mencionó que además, se han encontrado a padres de familia que decidieron usar el dinero en otras cosas.

Las responsables de las estancias mencionaron que pese a este panorama, no cerrarán y recordaron que hay un juicio de amparo en proceso, entre otras cosas, porque jamás se les notificó del fin de los subsidios, que ya fueron irregulares en el último bimestre de 2018.

Finalmente, las mujeres reconocieron la existencia de estancias que operaban fraudulentamente, pero reclamaron que no se hubiera emprendido una auditoría antes de afectar a quienes trabajan de forma legal.

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