Hacía muchos años que esta participación ciudadana no ocurría, para ser exactos desde 1997 que se reflejó una participación de casi el 58%

Las pasadas elecciones intermedias del 6 de junio del 2021 celebradas en México dejan varios elementos que deben analizarse y que obedecen tanto a la emoción como a la cognición del electorado, lo que está inserto como si de una representación social (término utilizado en la psicología social) se tratase o por lo menos en proceso de incubación.

Lo primero es que la participación ciudadana, sobre paso las expectativas que se tenían de estas elecciones intermedias en las que se esperaba el 30 por ciento de participación del electorado, esto no ocurrió así; más del 50 por ciento del padrón electoral sufragó el pasado domingo. Hacía muchos años que esta participación ciudadana no ocurría, para ser exactos desde 1997 que se reflejó una participación de casi el 58 por ciento, periodo en el que el Partido Revolucionario Institucional perdía por primera vez la mayoría en el Congreso de la Unión.

Ciertamente toda campaña tiene en su diseño, el porcentaje por lo menos dividido en dos categorías: el de votos duros y blandos, y el día de la elección la movilización principalmente del voto duro, es el que corre a cargo las estructuras de los Institutos políticos. En esta elección fue la clase media la que se movilizó sin necesidad de ser movilizada por alguna estructura partidista, la misma clase media que en el 2018 apoyó a Andrés Manuel López Obrador.

La segunda lectura que se puede hacer de esta elección es que, México está votando por el cambio y por ello las gubernaturas que conquistó Morena particularmente en la zona norte del país y por ello, la muy significativa elección en la Ciudad de México que fue una ciudad gobernada por partidos de izquierda desde que eligen al jefe de gobierno. Las alcaldías en las que votaron por un cambio, para el caso específico de la CDMX, por la alianza “Va Por México” mismas alcaldías, que tienen habitantes de estrato socio económico medio, otra vez la clase media tuvo un papel fundamental en estas elecciones intermedias.

Hoy más que nunca, más allá de las lecturas de datos fríos, lo que está en el imaginario colectivo es una necesidad de cambio y resultados inmediatos, México votó alternancia.

@AlesandraMartin

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