Morena parece haber encontrado la fórmula perfecta para utilizar a partidos políticos
La Guardia Nacional, policía adiestrada con tácticas militares y en el limbo legal, parece ser la develación de varios escenarios políticos en un futuro mediato. La propuesta del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador respecto a que esta policía militar con funciones de policía ciudadana, creada en el inicio de su sexenio, sea absorbida por la Secretaría de la Defensa Nacional de nuestro país, ha revelado un sin número de elementos que son estratégicos para el partido hegemónico (Morena) pero sobre todo, del Presidente AMLO.
Veamos estimadísimo lector, el primer elemento es la autocracia del poder y la gobernanza que recae única y exclusivamente en el que parece ser, el gran estratega en la construcción de la permanencia en el poder, nuestro Presidente Mexicano, bajo un escenario que parecerá seguir siendo democrático. Basta con mantener el sistema de partidos y la democracia electoral para que en México, el grueso de la población siga entendiendo que este país vive en una democracia casi perfecta.
Una dictadura, por lo menos con los marcos referenciales que se tienen de América Latina, específicamente en el sur son, recordemos, derrocamiento del Presidente, los militares asumiendo el poder político y por ende apoyados del poder económico, medios de comunicación e información unilateral, disoluciones de elecciones, disolución de cualquier Institución, Partido Político, participación de minorías activas, represión de movimientos sociales emergentes.
Son referentes insostenibles en la realidad actual, la real pues, no la de la percepción. Por eso habrá que replantear los marcos referenciales para explicar la realidad política y social actual, por eso, habrá que estar, para los estudiosos de la vida política, desmenuzando sin tanto revuelo, las divinas señales que el poder, en toda su magnificencia exhibe pasando por las narices de muchos sin que sea si quiera entendido.
La Guardia Nacional, formará parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, por ende, la SEDENA, tendrá que tener mayor presupuesto económico, mientras tanto las policías locales comenzarán a ser asfixiadas y desplazadas por esta figura. Sí es verdad, la policía militar no se ocupa de la seguridad ciudadana, pero la Guardia Nacional podría ser, sin duda, quien sí pudiera hacerlo, sin que la ciudadanía se sienta intimidada por el típico uniforme verde militar y ya tuvimos tres años de “socialización” con la GN, intimidantes en percepción ya no lo son para la gran mayoría de las y los mexicanos.
Ocurría lo mismo con la policía militar de nuestro México, teníamos una percepción positiva de los militares (sólo les veíamos cuando apoyaban en tareas de Protección Civil) antes del sexenio de Felipe Calderón quien decidió sacar a la milicia para combatir el crimen organizado. Un Presidente de Derecha sacando a la policía militar no daba una percepción de democracia y defensa de los Derechos Humanos.
Y ahora, nuestra policía militar, se sigue rigiendo por las mismas leyes y códigos (recordemos que son diferentes a las de la población civil) pero la cara amable será la de la GN.
Los tiempos son convulsos y los nuevos tiempos requieren de una nueva forma de gobernar y de una nueva forma de hacer política.
Eso lo ha entendido muy bien, el partido hegemónico en nuestro país, y nuestro Presidente. El apoyo económico que en las dictaduras de otros países recibió la milicia, incluido el apoyo de los Estados Unidos de Norte América para golpes de Estado, no pasará en nuestro país, jamás pasará.
Quienes parecen no haber entendido nada de los tiempos actuales es la vieja clase política, particularmente el Partido Revolucionario Institucional que gobernó por más de 70 años a nuestro país con estrategias que muchos de sus detractores llamaron “la dictadura perfecta”.
Irónico, ¿no le parece? Ese mismo partido que ahora parece haberse convertido en un partido satélite que ha reforzado la narrativa política (magistral por cierto) de López Obrador. Hoy más que nunca las figuras políticas y los “liderazgos” de oposición son utilizables y descartables.
Lo que hizo el Presidente del PRI, Alejandro Moreno, escapa de cualquier lógica o referente, no hay manera de justificar que encima, su mismo partido haya solicitado que la policía militar esté en las calles del país y acompañe a la Guardia Nacional hasta el 2028. Parece el Partido Acción Nacional el partido de la “neo centro democrática”, por llamar de alguna manera esta corriente política. Pues la izquierda y la derecha, se ha desdibujado, aunque lo que no debería desdibujarse jamás, es la esencia y la congruencia política.
Twitter: @AlesandraMartin