Si tan sólo fuéramos más empáticos con los supervivientes, sin tratar de hacer teorías al respecto, podríamos transitar a una sociedad que entienda que él suicidio se va gestando lentamente

La tristeza y la desesperación se apoderaron de ti, a tal punto que no lograste ver otra salida más que la muerte, por más que pensabas, no lograbas ver otra opción. De verdad lo intentaste pero sentías que nadie podría entender cuánto sufrías, pues ya antes te habían dicho que “no era para tanto” y aprendiste a mostrarte bien ante los demás, así no tenías que dar explicaciones de cómo te sentías, pero con el tiempo el malestar se agravaba y menos soluciones lograbas ver.

No lo sabías pero se había desarrollado ya la visión de túnel que no te permitía ver ninguna otra opción, así que empezaste a planear tu partida, empezaste a investigar formas y métodos para lograrlo. No entendías por qué te hacía sentir más en calma hacer esas búsquedas en modo incógnito en la red, por qué te sentías tan bien al pensar a quién regalar tus cosas de valor y cómo las cuidaría. Hasta pensaste en tu mascota y por qué tu mamá sería quien mejor la cuidaría, pues la entendía casi como tú.

Te despediste en silencio de todos aquella noche y en soledad, con la calma de la decisión tomada, partiste de éste mundo… fue tu madre quien se dio cuenta, estaba destrozada aunque tú creyeras que con tu partida, sentiría un peso menos. Inmediatamente al escuchar los gritos, llegó tu hermana a quien siempre notabas indiferente pero que no dejaba de llorar y preguntarse por qué lo habías hecho.

Fue durante el funeral cuando te diste cuenta de cuánta falta le hacías a tu familia y amigos, que aún con las cosas que les regalaste, estaban añorando tu presencia. Estaban recodando todos los momentos a tu lado, el cómo los habías ayudado y acompañado tantas veces… hubo risas mezcladas con llanto. Estaban rememorando junto a tu familia, distintos momentos de tu vida, pero en todas las cabezas resonaba la misma pregunta “¿Por qué no recurrió a mí?” “¿Por qué no me pidió ayuda?”.

Y entonces tratabas de recordar qué era eso tan grave que no tenía ninguna solución posible, eso que no podías resolver y que te había llevado a tomar esa decisión y tampoco pudiste recordar por qué no recurriste a nadie… la angustia inicial se apoderó de ti nuevamente, la desesperación, la tristeza, el llanto, hasta que despertaste y te diste cuenta que había sido un sueño… podías cambiar la historia.

Lamentablemente para muchas personas no hubo otra oportunidad, pero tú que sí la tienes, aprovéchala y expresa cómo te sientes. Siempre habrá alguien que pueda escucharte, alguien que pueda entenderte, solo intenta hablarlo, no te quedes a solas con tu dolor, pues eso hace que te enfrasques en él y no logres ver ninguna solución posible. Acude a alguien de tu confianza o llama a una línea de ayuda como el 222 243 0240 donde un profesional de la salud mental te puede atender por parte del SEDIF de lunes a viernes de 9 a 6 o al 014 a nivel nacional.

La OMS en conjunto con la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) que tiene por objetivo crear conciencia acerca de la prevención del suicidio en todo el mundo, ha creado el lema para todo éste año que es “Crear esperanza a través de la acción” que es un reflejo de la necesidad de emprender una acción colectiva para abordar éste urgente problema de salud pública, pues únicamente, en lo que va del año, van 205 casos de intentos de suicidio según lo ha informado la SSA, con más de 24 casos consumados.

No podemos limitar éste tema sólo a un día al año, debemos hablarlo todos los días, debemos escribirlo, visibilizarlo para que quienes lo están pensando, no se sientan solos, para que puedan buscar opciones o seguiremos perdiendo personas sólo por no querer poner sobre la mesa, un tema que ha existido desde el inicio de la humanidad y que no tiene que ver con extremo valor o cobardía, sino con una visión que se va estrechando cada vez más hasta que no queda otra salida.

Si tan sólo fuéramos más empáticos con los supervivientes, sin tratar de hacer teorías al respecto, si los medios trataran con más respeto dichas noticias, podríamos transitar a una sociedad que entienda que él suicidio se va gestando lentamente y que el acto que lo detona, muy rara vez tiene que ver con el tema de fondo. No echemos más culpa a los supervivientes que bastante tienen con la conmoción de lo sucedido, como para lidiar también con los errores que como todo humano, cometieron. Dejemos de juzgar y pasemos a la acción, a la disposición de escuchar a quien lo necesite y si no tenemos respuestas, al menos acompañémoslo para que no se sienta a solas con su dolor.

Sigamos el diálogo al respecto, a través de redes, en casa, con amigos, no dejemos que la prevención se limite a un sólo día. Éste problema nos está rebasando sin darnos cuenta. Recuerden que esperamos sus comentarios a través de nuestras redes sociales y a través del hashtag #DíaMundialPrevencionSuicidio

¡Hasta pronto! Nos leeremos nuevamente desde el diván

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