Casos recopilados por The New York Times apuntan a que algunas de estas parejas deciden viajar miles de kilómetros lejos uno del otro.

Pese a que viajar por rumbos aparte después de dar el ‘sí’ puede parecer extravagante para muchos, diversos factores conducen a cada vez más parejas recién casadas a decidirse por disfrutar sus lunas de miel por separado.

Casos recopilados por The New York Times apuntan a que algunas de estas parejas deciden viajar miles de kilómetros lejos uno del otro porque saben que, para ellos, las experiencias por aparte pueden ser más valiosas que las obtenidas en pareja si se comparten.

«Ninguno de los dos quería estar donde estaba el otro», relata Irene O’Brien, de 37 años, que en 2016 celebró su luna de miel en Canadá mientras que su esposo lo hizo en Francia.

«Nosotros regresamos a Dublín (Irlanda) llenos de historias, charlando de nuestros viajes y realmente encantados de volvernos a ver para compartir los recuerdos: fue la perfecta luna de miel imperfecta«, afirmó.

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