La regla para hacer el amor se aplicará por igual para monógamos que para polígamos: con condón y sin besos.

A partir de esta pandemia ejercer nuestra sexualidad será una danza entre Eros y Tanatos, un baile entre la vida y la muerte. Será jugar a la ruleta rusa si se elige un nuevo amante o si alguien de la pareja, vivan o no bajo el mismo techo, deje el confinamiento para ir a su centro de trabajo.

La regla para hacer el amor se aplicará por igual para monógamos que para polígamos: con condón y sin besos.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) no hay evidencia de que el coronavirus se transmita a través del semen o los fluidos vaginales, sin embargo, se espera un “baby boom”, ya sea porque en la cuarentena se alivió la ansiedad con sexo, o que al salir del confinamiento no se asuman las medidas anticonceptivas necesarias por el hambre de piel.

Y como la sexualidad es inherente al ser humano y no solo persigue la procreación, sino el mantenimiento de vínculos sociales mediante el goce y el placer tanto propio como del otro, sexólogos de todo el mundo han recomendado ejercerla sin besarse, durante el acto, para evitar el contagio de Covid-19.

Intentar posturas que minimicen la transmisión aérea, aquellas en las que una de las personas está de espaldas a la otra como la tan socorrida “El Misionero”, evitarán quedar cara a cara y así protegerse del jadeo que disemina partículas de saliva.

Así que los que hartos de sexting, videollamadas, lectura erótica y masturbación, y de aquellos que tras conectarse en Tinder, decidieron salir de su confinamiento para encerrarse en alguno de los moteles que abundan en la ciudad y disfrutar de su sexualidad, deberán de seguir el consejo: con condón y sin besos.

El pasado fin de semana corrió como lubricante por la piel la noticia de que los moteles de la ciudad abrían sus puertas en el punto más álgido de la pandemia por Covid-19, pero lamento decirles a quienes practicaron la abstinencia que estos establecimientos han estado abiertos tras bambalinas toda la Fase 3.

La página de Facebook Moteles en Puebla, creada el 1 de mayo con la intención de informar sobre los establecimientos que están abiertos durante la contingencia sanitaria, es tan solo una muestra de que el sexo no tuvo más barrera que el látex de un condón durante esta contingencia sanitaria.

De esta manera los moteles La Ciénega, Speed, Xonacatepec, Casa Blanca, París, Queens, Moon Suites, El Trébol, Quick, Paraíso, Del Bosque, Lok-In, Esmeralda, Bermudas y Boulevard, fueron tan solo algunos de los que se mantuvieron en funcionamiento durante todo el pasado mes de mayo.

Y para despertar el deseo de más clientes, el 31 de mayo la página referida publicó la promoción del Motel Sade, ubicado en la prolongación de la 16 de Septiembre, en donde con la impresión de pantalla del anuncio se regalan dos bebidas alcohólicas de cortesía.

Así es que, en el nombre del amor, el deseo y la pasión las parejas “hot” desafían al coronavirus, mientras que los dueños de los establecimientos desafían a las autoridades que solo pueden clausurarlos si los descubren vendiendo bebidas alcohólicas.

Hoy que terminó la Jornada Nacional de Sana Distancia seguramente los moteles se saturarán de los que tienen hambre de piel, quienes entre los apasionados besos, el sudor escurriendo por el cuerpo y el jadeo que provoca Eros, olvidarán como en un sueño de opio que tiene a Tanatos cara a cara.

¿Y usted que desea?, ¿con condón y sin besos? o ¿con condón y con besos?…

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