Personal de Profepa realizó los estudios del químico derramado, tras volcadura de pipa a inicio de esta semana en Tizatlán


La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), determinó que el derrame de hipoclorito de sodio -clarasol- por la volcadura del pasado 3 de marzo en el tramo federal de San Esteban Tizatlán, afectó una superficie de 200 metros cuadrados; además parte del material derramado se vertió al afluente del Río Zahuapan.

Mediante un comunicado, la dependencia recordó que el  accidente que se registró fue de un auto tanque de la empresa Autotransportes AT, S.A. de C.V. con placas de circulación 846D4,  tenía una capacidad de 30 mil 500 litros y transportaba hipoclorito de sodio al 13 por ciento.

Esa determinación la hizo el personal actuante de la procuraduría, mismo que realizó la visita de inspección en materia de contaminación de suelos para constatar la  posible afectación; además de dar aviso a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para la atención al cuerpo de agua federal del río Zahuapan.

De esa manera “con base a los hechos observados del accidente, se ordenará a la empresa las medidas técnicas de urgente aplicación que procedan”.

También recordó que en el control del evento participaron elementos de Protección Civil del Estado de Tlaxcala, así como Policía Federal, Cuerpo de Bomberos de  Tlaxcala, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofeprist) e inspectores de la Profepa, los cuales inspeccionaron la zona afectada por el derrame de hipoclorito de sodio.

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