De acuerdo con un estudio realizado por Pure Earth esto se debe a la contaminación que generan las industrias y por el uso de la cerámica tradicional.
Puebla y Tlaxcala son dos de los estados donde menores de 14 años de edad tienen niveles altos de plomo en la sangre por contaminación industrial y uso de cerámica de barro vidriado para cocinar y servir alimentos.
De acuerdo con la asociación Pure Earth, esta problemática tiene mayor prevalencia en los estado de Morelos, Aguascalientes, Tamaulipas, Ciudad de México, Estado de México, Oaxaca, San Luis Potosí, Tlaxcala y Puebla.
A través de la campaña Reducing Lead Poisoning in México, Pure Earth reveló que en el país hay 13 millones de menores de 14 años con niveles elevados de plomo en la sangre, según un muestreo en localidades de menos de 100 mil habitantes.
Los datos de la organización se basan en el “Reporte nacional de niveles de plomo en sangre y uso de barro vidriado en población infantil vulnerable”, realizado por 12 investigadores del Conacyt, la universidad de Morelos y Pure Earth de Nueva York.
El estudio además revela que un millón de niños de uno a cuatro años tiene niveles elevados de plomo, lo que representa el 22 por ciento de la población de esa edad, cantidad que podría aumentar si no solo se analizan las zonas con al menos 100 mil habitantes sino las zonas con menores de edad en poblados donde se usa la cerámica tradicional, pueblos indígenas o con escasos recursos.
“El envenenamiento generalizado de bajo nivel por plomo es uno de los problemas de salud pública más críticos pero desconocidos de México, por lo que es necesaria la educación comunitaria sobre los peligros para la salud y los beneficios económicos de prácticas más seguras”, refiere el programa.
El plomo en el esmalte de cerámica tradicional se mezcla con alimentos ácidos, como café, chiles, tomates y limones, y entra rápidamente en el sistema digestivo y el torrente sanguíneo del cuerpo.