Con la pandemia la recepción de este tipo de basura pasó de 470 kilos a 1.60 toneladas al día; junio y diciembre de 2020 y enero de 2021 fueron los días con más restos

Durante la pandemia por covid-19, la generación de residuos biológico-infecciosos se incrementó en 240%. Entre 2019 y 2020, se pasó de una recolección de 0.47 toneladas diarias en promedio a 1.60 toneladas al día en la Ciudad de México.

“En 2021, bajo un poco este volumen a una tonelada 440 y ahora, en lo que llevamos de este 2022, ya con la pandemia bastante disminuida en volumen de contagio y de pacientes, estamos alcanzando los 700 kilos al día.”

“En comparación a 2019, estamos un 50 por ciento arriba del volumen (de basura que se generaba en ese año)”, comentó para Excélsior Arturo Bastidas Acuña, director ejecutivo de transferencia y disposición final de residuos sólido urbanos.

Junio y diciembre de 2020, y enero de 2021 fueron los meses en donde se recolectaron más residuos como cubrebocas o equipos de protección contra el coronavirus, provenientes de hospitales y de domicilios particulares.

En junio, fueron alrededor de 78.49 toneladas diarias, mientras que, en diciembre, (fueron) 100.41 toneladas, también por día; en tanto que en enero las estadísticas muestran que, la recolección fue de 79.03 toneladas, de acuerdo con cifras de la Dirección Ejecutiva de Transferencia y Disposición Final de Residuos Sólidos Urbanos de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse).

De acuerdo con el funcionario, el Gobierno de la Ciudad de México paga nueve pesos por tonelada de residuos peligrosos biológico-infecciosos a una empresa particular para que le dé el tratamiento final.

“Llega la camioneta, recolecta los residuos, los pesa, le da el manifiesto a la institución y posteriormente son llevados a una planta de tratamiento que se encuentra en Tlalnepantla y ahí son incinerados”, explicó Jorge Hernández, gerente de operaciones de la empresa Aseca, contratada por la administración actual.

Hernández comentó que el personal que recibe las bolsas con los residuos peligrosos biológico-infecciosos está debidamente capacitado para el manejo de los mismos.

“(Quienes manejan los residuos peligrosos) traen su equipo de protección. Ellos nunca hacen trasvase, todos los residuos, así como llegan, ellos no ven lo que llevan, solamente jalan el contenedor y así se lo llevan a la planta. Ellos siempre van sobre un proceso y un protocolo”, expuso.

Aunque a nivel empresarial la forma de clasificar, desechar y manejar los residuos biológico-infecciosos está muy bien especificada por la Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002, a nivel doméstico sigue siendo poco conocido.

Esto provocó que durante la pandemia por el virus del SARS-CoV-2 se desecharan cubrebocas y material de protección sin estar identificados, provocando que más de 200 trabajadores de limpia murieran.

“Si los residuos no vienen identificados, representan un riesgo para las personas que los van a administrar, sobre todo recolectores. Nosotros vemos a diario que hay personal (de los mismos recolectores) que va clasificando su residuo para recuperar aquellos materiales que pueden tener algún valor. En este caso, los riesgos son de un posible contagio que se podría evitar si hay una mayor conciencia ciudadana”, expuso Bastidas Acuña.

Aunque la pandemia tiene tendencia a la baja, aún la recomendación sobre el uso de cubrebocas continúa y en los hospitales se siguen generando residuos biológico-infecciosos por los tratamientos que se les da a los pacientes, por ello las autoridades hacen un exhorto a la población a separar la basura, en especial la que tenga restos del virus, para que se le dé el tratamiento adecuado.

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