En el foro “La Ruta por la Libertad, mujeres en situación de cárcel”, familiares y activistas denunciaron que muchas presas viven abandono institucional

Hijas, madres y abuelas de mujeres presas denunciaron la situación que enfrentan sus familiares, quienes tienen procesos judiciales suspendidos, un abandono institucional que deriva en carencias de ropa y alimentos, así como el reciente impedimento de vender al público en general sus artesanías como bolsas tejidas a mano o maderas talladas que elaboran para generar ingresos.

En el foro “La Ruta por la Libertad, mujeres en situación de cárcel” organizado por la Red Plural de Mujeres en el Instituto de Ciencias Jurídicas (ICJ) de Puebla, se leyeron cartas escritas a mano por varias mujeres presas que piden liberación anticipada, algunas dirigidas al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar.

María de Lourdes de Ramón Bringas. Ella dice que está en la cárcel de Puebla por el delito de secuestro, junto con su hermano José Alfredo de Ramón Bringas y su padre José Antonio de Ramón de los Santos, quien falleció hace dos años en la primera oleada de Covid debido a que no se le atendió a tiempo», señala una de las varias cartas que leyó Maleni, hija de una reclusa incriminada en un fraude.

«Mi hermano se encuentra en el Cereso de Ciudad Serdán, a mi padre no lo atendieron del coronavirus, contamos con defensores públicos. Llevo 17 años 5 meses de 23 años de sentencia. Sufrimos la pérdida tan dolorosa de mi padre que no pudimos despedirnos de él. Todos separados. Tengo 42 años, llegué de 24 y dejé una niña pequeña que hoy es adulta. Tengo otra niña de 9 años que la cuida mi madre Patricia Bringas que es persona de la tercera edad y se encuentra cansada. Entre mi madre y yo hemos sacado a las niñas adelante pero mi madre ya no puede”, continúo.

Al terminar de leer, Maleni ofreció en venta bolsas, monederos y portafolios tejidos a mano creados por las reclusas, ya que ahora no es posible que cualquier persona ingrese a verlas y llevarse esta mercancía.

Alejandra Acevedo Placeres, directora de la Fundación Pro-Niñez AC, dedicada a la atención de los hijos de mujeres presas, y quien también estuvo en prisión acusada de extorsión durante la pasada administración del presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera, habló del abandono que viven mujeres e hijos en prisión.

“El camino de la sororidad en las cárceles es muy largo. Adentro también se vive un sistema falocéntrico, heteronormativo y patriarcal. Debemos hacer alianzas entre nosotras para detener esto ya (…) En mi caso mi carrera en la administración pública iba en ascenso, la frenaron con una denuncia en la que nunca me carearon con quien me acusó pero adentro de la cárcel me dijeron: ¿Con quién te metiste para que te hicieran esto?”, recordó la exdirectora de Prevención del Delito y Atención a Víctimas de la entonces Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM).

Mariana Moguel Robles pide a Barbosa revisar actuar del fiscal

Mariana Moguel Robles, hija de la exfuncionaria federal, Rosario Robles, liberada tras permanecer en prisión preventiva justificada por el caso de la Estafa Maestra, llamó al gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa, a revisar el actuar del fiscal General del Estado, Gilberto Higuera Beltrán.

La exdiputada priista de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal dijo que en Puebla se tienen detectados muchos casos de mujeres presas por inadecuadas investigaciones de los ministerios público, la mayoría involucradas en secuestro.

“Hay testimonios tan desgarradores que destrozan el corazón y no me importa y no tengo miedo, señor gobernador, de decir lo que tengo que decir, porque estoy hablando en nombre de miles de mujeres que ese fiscal debería estar haciendo una revisión caso por caso, pues cada uno es diferente, porque escuchamos ‘Me acusaron de secuestro’, ‘secuestro’, ‘secuestro’”, dijo.

Comentó que varios de estos casos de poblanas serán turnados a fundaciones de abogados que les ayudarán ante la ausencia de recursos económicos para defenderse de manera privada.

Moguel Robles señaló que solo quien tiene a un familiar en la cárcel conoce de la desesperación que implica, algo que, reconoció, ella vivió desde un privilegio, ya que vendió dos propiedades para solventar los gastos que generó la estancia de su madre en la cárcel de mujeres de Santa Martha Acatitla.

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