Álvaro Ramírez Velasco

El barbosismo, como grupo y expresión de Morena, ha sobrevivido y dará la batalla real y fuerte en 2024. La ausencia física del gobernador Miguel Barbosa Huerta, que el 13 de enero cumplió un mes, ha sido acicate para la cohesión de sus integrantes, quienes los próximos días fortalecerán su presencia y con contundencia apuntalarán sus nuevos derroteros y protagonistas políticos.


A los más cercanos a él, Barbosa les fue dejando instrucciones, como si algo presintiera que iba a ocurrir en el corto plazo, aunque la contundencia con la que vivió la gubernatura, el ejercicio del poder, y su vida misma, siempre fueron intensas y sin tibiezas.

Desde 2014, cuando tuvo la crisis de salud que lo llevó a la amputación de un pie, Miguel vivió con un vigor sin reservas. Cada día era un regalo y Dios -decía- le dio la oportunidad de ser gobernador del estado de Puebla.


En intimidad, el viernes pasado se celebró una misa por el mes de su fallecimiento. Estuvieron su familia y los más cercanos.

El dolor no ha paralizado a sus seres queridos, que estuvieron en su equipo y en su contexto inmediato, así como al gobierno que ha sabido dirigir con intensidad y su estilo propio Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

A todos ellos les dejó Barbosa la fuerza y el proyecto para continuar.

El fallecido gobernador había planeado que este 2023 sería el año de mayor fuerza administrativa de su administración, con un inédito contacto con la gente y con una cercanía intensa, en todos los municipios.

Días antes de morir y con el entusiasmo que le habían dejado las dos marchas en que participó, la de la Ciudad de México y la de Puebla capital, en respaldo al Presidente Andrés Manuel López Obrador, lo llevaron a anunciar con alegría que iría a todas las regiones a reunirse con presidentes municipales y con los líderes regionales y municipales.

La tierra se había ya sembrado y venía el tiempo de la cosecha con los poblanos y poblanas. El mismo Sergio Salomón lo ha reconocido así en las conferencias de prensa y en los actos que ha encabezado en ya una decena de municipios, desde que comenzó el año.

Las anécdotas sobre la vida política de Barbosa han abundado desde la memoria de mucha gente, principalmente de sus amigos.

Exactamente el día en que se cumplió un mes de su partida, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, celebró una reunión institucional con el gobierno de Puebla, que encabeza Sergio Salomón.

Recordó a Miguel Barbosa desde la memoria lejana, de los años de la izquierda en resistencia, así como del tiempo que coincidieron como senadores, cuando el poblano fue su coordinador; lo evocó también desde la memoria reciente.

Lo dibujó como un hombre consecuente con sus ideas e ideales. Un político profesional. También lo señaló por su recio carácter, por su bravura, que era una expresión de sus convicciones. Eso lo resaltó.

A un mes de su partida, un mensaje en redes sociales llamó especialmente la atención. Verónica Vélez Macuil, no solamente la coordinadora de comunicación, sino una amiga entrañable de la familia y compañera en las buenas, en las malas, en las sonrisas y en las lágrimas, del gobernador, lo evocó con un fragmento de una de sus canciones favoritas, “Hasta siempre comandante”, mejor conocida como

“La canción del Che”:

“Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia. Hasta siempre @MBarbosaMX”.

La canción del cubano Carlos Puebla arranca: “Aprendimos a quererte / Desde la histórica altura / Donde el sol de tu bravura / Le puso un cerco a la muerte”.

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